Cuatro personas, incluido un bebé de tres meses y su madre, murieron ayer en un tiroteo en el condado de Polk, en Florida, cuando presuntamente un exmarine de Estados Unidos, quien se dijo un “superviviente”, disparó desde la vía pública contra varias viviendas.
Según autoridades locales, el sospechoso fue detenido tras resultar herido en el enfrentamiento con los agentes que lo arrestaron. Estaba vestido de camuflaje, con un chaleco antibalas, y dijo que había ido para un “tiroteo”, detalló el alguacil del condado Polk, Grady Judd, en rueda de prensa.
Subrayó después que no había conexión entre el asesino y las víctimas, y que el agresor estaba bajo el efecto de metanfetaminas.
El ataque ocurrió en la madrugada del domingo, cuando el sospechoso, identificado como Bryan Riley, de 33 años, disparó contra varias casas en una misma cuadra en la ciudad de Lakeland, detalló el alguacil.
En el hecho murieron una madre de 33 años y su bebé de tres meses mientras la tenía en sus brazos, y también resultó herida con múltiples disparos una niña de 11 años que está siendo tratada en el hospital Tampa General, según las autoridades.
En otro apartamento aledaño murió la abuela del bebé, de 66 años, detalló el alguacil, que dijo que “por si fuera poca maldad, mató a un perro también”.
Los agentes de Lakeland y unidades de élite de la policía estadounidense (SWAT) respondieron al área cerca de Fulton Greed Road, en Lakeland, luego de recibir varias llamadas de emergencia alrededor de las 4 de la madrugada.
AR