A estas alturas del partido, ya deberíamos saber que para ganar elecciones se necesitan votos. Los memes, las cadenas de WhatsApp y la guerra sucia influyen, pero no son suficientes para derrocar al enemigo.

Repiten como “chachalacas” los opositores que le ganaron al presidente López Obrador en las pasadas elecciones, pero hablan desde la herida: le dieron “palo” en la Ciudad de México y en otras localidades muy focalizadas. Pero que nadie se engañe: sigue teniendo la mayoría en la Cámara de Diputados (y puede aprobar la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos que le venga en gana).

Y aunque no tiene mayoría calificada el grupo en el poder, construirla para una modificación constitucional se antoja sencilla.

¿Y alguien tiene duda de que arrasó en gubernaturas?

En lugar de inventar falsas lecturas a los resultados electorales, Va por México (PRI-PAN-PRD) debería de concentrarse en explorar posibilidades de triunfo. Y la explicación de su fracaso en los pasados comicios es muy sencilla: les falta Movimiento Ciudadano (MC).

En otras palabras, si Dante Delgado hubiera “jalado” en la construcción de un verdadero bloque antiAMLO, la 4T estaría derrotada a la mitad del camino de haber llegado a Palacio Nacional.

Pero la pulverización del voto logró que el grupo conformado por Morena, Verde Ecologista y PT saliera victorioso otra vez. Y claro, MC se convirtió en el “fiel de la balanza”. Los votos y apoyo del partido naranja lo quieren uno y otro bando, y vende “caro su amor”.

Por ejemplo, el más reciente estudio de Demoscopia Digital asegura que si hoy fueran las elecciones para escoger al gobernador de Durango (hoy en manos del PAN, con José Rosas Aispuro) ganaría José Ramón Enriquez de Morena con alrededor de 33.7% de los votos.

En segundo lugar quedaría (en ese modelo de careo) Carlos Maturino del PAN con 17.4%; en tercero el PRI, con 8.1% de la mano con Enrique Benítez, y el cuarto sitio lo ocuparía Martín Vivanco con 1.7% de los votos.

¿Pero qué pasaría si solamente se enfrentan Morena y la oposición? Seguramente Va Por México sumando a MC competirían con fuerza y hasta podrían ganar, porque se le plantearía al electorado “con AMLO o contra él”.

En Tamaulipas pasa lo mismo: si fueran las elecciones, según Massive Caller, ganaría Morena sin problema alguno con 45.1% de los votos. Maki Ortiz o Américo Villarreal recibirían las llaves del despacho de manos de Francisco García Cabeza de Vaca.

El segundo lugar se lo llevaría Jesús, “Chucho”, Nader con casi 28% de los votos; el tercero el PRI, con únicamente 6.5%, de la mano de Enrique Cárdenas del Avellano. Y el cuarto lugar MC con el 3.6%.

Haciendo el mismo ejercicio, si suman sus esfuerzos y prerrogativas PAN-PRI-MC y lo que queda del PRD, muy posiblemente le podrían dar un “palo” a Morena. La ecuación sería la misma; en la boleta los tamaulipecos escogerían: “con AMLO o contra él”.

Que nadie se engañe ya. Si quieren detener a la 4T en su proceso muy legítimo de controlar la Conago y llegar muy, pero muy cómodos en 2024, tienen que unirse las oposiciones. En otras palabras, si Movimiento Ciudadano sigue pulverizando el voto, AMLO seguirá coleccionando gubernaturas afines. ¿Así o más claro?

Con Valor y Con Verdad.- En Aguascalientes se antoja complicado que Morena gane, aunque anda muy engallado Arturo Ávila. Todo indica que triunfará Tere Jiménez, de Acción Nacional (dos veces presidenta municipal de la capital y actualmente diputada federal). Algunos me apuestan a que arrasará en la elección y que ya en el poder haría un muy buen Gobierno, del pequeño, pero gran estado.

 

*Periodista, editor y radiodifusor

@GustavoRenteria