La autonomía del banco central es fundamental para cumplir con el objetivo de servir a la sociedad al proveer de la moneda nacional de manera responsable, así como para verificar que se mantengan las funciones del dinero, señaló el gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León Carrillo.
En el pasado y a escala mundial —explicó— se había buscado utilizar a los bancos centrales y su capacidad de generar dinero fiduciario, sin valor intrínseco, para aumentar la capacidad de compra de algún agente de la economía, principalmente los gobiernos, quienes habían podido utilizar el beneficio de la proximidad con el emisor de billetes y monedas. Sin embargo, ello provocó que algunas economías sufrieran hiperinflaciones.
Díaz de León Carrillo apuntó que cuando no hay reglas ni una división entre quien necesita gastar para atender a la sociedad (gobierno) y quien puede emitir dinero para servir a esa misma sociedad (banco central), y se subroga la emisión del dinero a las necesidades del gasto, da como consecuencia episodios de alta inflación en la economía.
Por ello, la autonomía del banco central es fundamental para evitar que dichos roles se crucen o se confundan y provoquen daños negativos a la economía local.
Y es que, la separación entre ambos, permite que el banco central esté enfocado en cumplir con la tarea de proveer la moneda nacional de una manera que sea responsable y que mantenga las funciones del dinero que se basan en ser un medio de pago ampliamente aceptado por todo el público; ser un referente para todos los precios de la economía, y ligado a la inflación, que mantenga su valor y poder adquisitivo en el tiempo.
LEG