A una semana del deslave en el cerro del Chiquihuite, en Tlalnepantla, Estado de México, ayer fue sepultada Mía Mayrin, mientras continúa la búsqueda de los cuerpos de Dylan, de 5 años, y su madre Paola, pero ya con células reducidas a tres elementos y un canino, ante el riesgo por la humedad que persiste en la zona.
Entre aplausos y porras, los restos de la pequeña, de tan solo tres años, partieron ayer al mediodía de la casa donde fue velada el miércoles para ser depositados en el panteón municipal Lázaro Cárdenas.
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Al subir el féretro a la carroza, Jorge Mendoza, padre de la menor, no pudo contener el llanto, mientras recibía el apoyo de la gente reunida en el domicilio, en la colonia Lázaro Cárdenas Segunda Sección.
Jorge Mendoza dijo que está a la espera de que los rescatistas localicen los cuerpos de su otro hijo y su esposa.
SIGUEN LABORES EN EL CERRO
Protección Civil del Gobierno del Estado de México y de Tlalnepantla informaron que ingenieros especialistas siguen las labores para estabilizar las rocas desprendidas del Chiquihuite.
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Ayer, fueron colocadas 120 toneladas de material en costales sobre la calle Alacranes, además de las 179 toneladas puestas en días pasados.
LEG