Con un tiro en la cabeza un joven de 20 años que se encontraba trabajando en una gasolinera murió asesinado el fin de semana.
El deceso tuvo lugar en Idar-Oberstein, Alemania cuando un hombre entró a la tienda de la gasolinera para comprar dos paquetes de cervezas, antes de atenderlo el joven le solicitó portar un cubre bocas para apegarse a la normativa, el hombre abandonó la tienda.
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Kai Fuhrmann,fiscal de distrito a cargo del caso comento que el asesinato se trato de un acto planeado pues el sujeto regresó una hora más tarde con un arma y sin cubrebocas nuevamente. Una vez más el trabajador solicitó el uso de cubrebocas, posteriormente fue asesinado.
En Alemania el uso de mascarilla en las tiendas comenzó a ser obligatorio poco después del inicio de la pandemia.
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Sobre la investigación se sabe que el arma no tiene registro ni licencia ante la ley del país, mientras tanto se ha tratado de mantener la privacidad de la víctima y del agresor.