Largas filas de autos se registraron en gasolineras para conseguir combustible, ante el temor de escasez… ¿suena familiar?, solo que esta vez fue en el Reino Unido.
La falta de carburante sí se agravó este fin de semana, pero fue a causa de las compras motivadas por el pánico, por lo que el Gobierno de Boris Johnson pidió al Ejército preparase a ayudar a paliar la falta de transportistas.
El fin de semana se formaron largas filas frente a multitud de gasolineras, sobre todo en las grandes ciudades y en la capital, Londres. Todavía ayer, alrededor del 30% de las estaciones de servicio del gigante BP sufrían los efectos.
El tabloide The Sun citaba a una asistente médica que tuvo que ir a tres gasolineras y esperar mucho tiempo: “Ahora voy con retraso para visitar a mis pacientes, que me necesitan para sus comidas y medicamentos”, declaró llorando.
EFECTO BREXIT
La escasez se debe, sobre todo, a que faltan transportistas, por lo que el Ejecutivo británico decidió el sábado enmendar su política de inmigración posbrexit y otorgar hasta 10 mil 500 visados de trabajo provisionales, de tres meses.
Esos permisos deberían paliar la falta de camioneros y de personal en sectores claves de la economía británica, como la cría de aves de corral.
El ministro de Empresas y Energía, Kwasi Kwarteng, indicó por su parte el domingo, en un comunicado, que había eximido temporalmente al sector de los distribuidores de carburante de las reglas de competencia, para que puedan abastecer prioritariamente a las zonas que más lo necesiten.
En la cadena Sky News, el presidente de la asociación de gasolineras británicas (PRA), Brian Madderson imputó este movimiento de pánico a la filtración de un informe confidencial de BP durante una reunión del gobierno que fue difundido el miércoles y seguido de compras motivadas por el pánico desde el jueves.
Respecto a si el llamado al Ejército podría mejorar la situación, Madderson se expresó con cautela: “No es tan fácil como se piensa, los conductores deben ser muy especializados”.
LEG