El martes nuevamente sucedieron lamentables agresiones en contra de mujeres policías de la Ciudad de México, las llamadas Ateneas. Un grupo de mujeres vestidas de negro y armadas con picos, palos y martillos se infiltraron en la marcha por el Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal y Seguro.

La lucha feminista es plausible. Lo hacen por el respeto a sus derechos para decidir sobre su cuerpo. Es entendible el enojo y la exasperación de ese movimiento. Todavía está penalizado la interrupción del embarazo en muchas partes del país. 

Pero resulta reprobable que un grupo se incruste en esas marchas y lo haga con el único propósito de causar destrozos y agredir, física y verbalmente, a las Ateneas, que solo hacen su trabajo y algunas quizá también hayan sido violentadas.

Es probable que varias hayan querido abortar por haber sido víctimas de esa violencia o, simplemente, por no estar en condiciones para tener un hijo. Algunas son el sostén económico de sus hogares por ser madres solteras o por la irresponsabilidad de sus parejas.

Inadmisible que sean agredidas solo por vestir un uniforme. No hay motivo para golpearlas, aventarles cohetones o echarles pintura en el rostro solo porque un grupo de unas 30 provocadoras busca generar enfrentamientos para después victimizarse.

La inmensa mayoría de las mujeres que marcharon el martes lo hizo con tranquilidad y exigiendo la despenalización del aborto, lo cual debe reconocérseles porque es una lucha de muchos años que apenas ha sido ganada en un puñado de entidades del país.

Debido a esas inexplicables agresiones hubo 37 personas lesionadas, 27 mujeres policías; cinco mujeres civiles y cinco hombres. 

El secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, subió un video a Twitter cuando las Ateneas arriban a su agrupamiento y son recibidas y reconocidas por su trabajo en la marcha. Merecido reconocimiento.

El comportamiento de ese grupo de encapuchadas desvirtuó el propósito de la marcha, porque el foco de atención se centró en las agresiones y los desmanes que suelen hacer en sus recorridos. 

Hizo bien el presidente Andrés Manuel López Obrador en pedir a las autoridades capitalinas investigarlas, pero “con cuidado, porque si no, se vuelven mártires y ese es el propósito: la estridencia”. 

Directo. ¿Quién está detrás del Grupo Plural que se conformó en el Senado? Sus iniciales son Ricardo Monreal, quien busca alternativas para ser candidato presidencial en 2024. Liderados por Germán Martínez, incondicional del zacatecano, dicen impulsar un proyecto “ciudadano”, pero lo cierto es que en ese grupo podría hospedarse el aún coordinador morenista cuando no sea el elegido del Presidente y decida romper con su partido. Monreal ve con simpatía la conformación de ese grupo. Está claro que construye su candidatura a través de opositores a Morena. La tregua con Claudia Sheinbaum es cosmética, la guerra entre los dos se intensificará hasta el rompimiento formal.

@maurijua