Los talibanes, en el poder en Afganistán desde el 15 de agosto, celebraron este domingo un primer encuentro masivo que reunió a casi mil 500 simpatizantes para celebrar su victoria, siete semanas después de tomar las riendas del país… pero la jornada incluyó también un ataque con bomba que dejó cinco muertos.
La concentración de los fundamentalistas se celebró en el municipio de Kohdaman, cerca de Kabul, mientras que fue en esa ciudad donde al menos cinco personas murieron y 11 resultaron heridas tras la explosión, la primera en un mes en la capital afgana.
Llamó la atención que el incidente sucedió cerca de la mezquita Id Gah, donde se celebraba una misa en memoria de la madre de un alto responsable talibán. Civiles y talibanes se encontraron entre las víctimas.
La ceremonia funeraria era en honor de nada menos que la madre del portavoz del Ejecutivo, Zabihullah Mujahid, un destacado dirigente talibán, quizás el rostro más popular de la nueva administración por ser el principal vocero.
Testigos cercanos relataron a agencias como la AFP que antes de la explosión los talibanes bloquearon la carretera en previsión de la ceremonia especial.
El principal sospechoso: el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El último ataque mortal en Kabul tuvo lugar el 26 de agosto. Unas 72 personas murieron y más de 150 resultaron heridas en un atentado en el aeropuerto, reivindicado por el EI, ala aún más radical que la talibana.
Ayer mismo por la mañana, unos mil 500 simpatizantes talibanes se reunieron para celebrar su victoria sobre Estados Unidos y Naciones Unidas. Mawlawi Muslim Haqqani, viceministro de Asuntos Religiosos, alabó la victoria del movimiento islamista por encima de cristianos y occidentales.
“¡Estados Unidos derrotado. Imposible. Imposible. Pero posible!”, pregonaba una de las canciones difundidas… pese a que la música está prohibida por el Islam.
Demanda Trump a Twitter, quiere volver
El expresidente Donald Trump presentó una demanda para que se le restablezca la cuenta en Twitter, cerrada por la red social, que lo acusa de haber instigado los disturbios registrados en enero en el Capitolio, sede del Congreso de Estados Unidos.
Especialistas coinciden en que el republicano, primer presidente en la historia de EU que se niega a aceptar el resultado de una elección, está coqueteando con otra carrera por la Casa Blanca en un momento decisivo.
LEG