Foto: Cuartoscuro / archivo Las bancadas del PAN, PRI, y PRD en la Cámara de Diputados aseguraron que analizará con detenimiento la propuesta presentada el viernes pasado  

Al menos 23 legisladores del PRI, PAN, PVEM y PRD, que participaron en la votación de la reforma energética en 2013, tendrán el reto de refrendar su congruencia, debido a que le tocará votar la iniciativa impulsada por el mandatario Andrés Manuel López Obrador, toda vez que nuevamente ocupan un lugar en el Congreso.

El primer reto lo enfrenta la presidenta de la Comisión de Energía del Senado, la morenista Rocío Abreu, quien en 2013 pertenecía a la bancada del PRI y votó a favor de la reforma propuesta por el expresidente Enrique Peña Nieto.

Como senadora por Morena, Abreu ha defendido las causas que encabeza López Obrador y las propuestas que éste envía al Congreso.

El coordinador de los diputados federales del Partido Verde, Carlos Puente Salas, también está en una disyuntiva, pues en esa ocasión su partido era aliado del PRI y votó a favor de la reforma de Peña Nieto, sin embargo ahora su partido es aliado de Morena.

En el mismo caso se encuentra la actual diputada federal del PVEM, María del Rocío Nakumara, quien era de la bancada del PRI y votó a favor anteriormente; ahora es aliada de Morena. Mientras que Luis Armando Melgar, quien no ha cambiado de partido y sigue en el PVEM, también votó a favor.

Del Partido Revolucionario Institucional (PRI) son 13 los legisladores que coinciden y que votaron e impulsaron en su momento la reforma energética; entre ellos su dirigente nacional, Alejandro Moreno. Por lo que habrá que revisar si cambian de opinión o se mantienen en defensa de la denominada reforma estructural.

Mientras que el actual diputado federal del PRD, Luis Ángel Cházaro; y el senador de ese mismo partido, Juan Manuel Fócil, votaron en contra de la reforma de Peña Nieto por ser aliados de López Obrador y ahora pertenecen al denominado Bloque de contención.

En este contexto, el coordinador de los senadores de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, advirtió que la propuesta de reforma energética enviada de López Obrador es una reforma profunda, “no es una reforma de fachada ni de escaparate”.

Consideró que la iniciativa propone una reforma que reconstruye, “que recompone todo el sistema energético y particularmente todo el sistema eléctrico nacional”.

PAN PERFILA VOTO EN CONTRA

Las bancadas del PAN, PRI, y PRD en la Cámara de Diputados aseguraron que analizará con detenimiento la propuesta presentada el viernes pasado.

Sin embargo, el PAN se expresó totalmente en contra de la iniciativa del Presidente porque atenta contra el libre mercado; aumenta el control del Estado y perjudica a las familias mexicanas; desaparece órganos que funcionan; viola tratados internacionales, y cancela certificaciones de energías limpias.

En tanto, el PRI adelantó que “estará reflexionando y analizando” los alcances y convocarán a foros de discusión. Mientras que en Movimiento Ciudadano se informó de manera extraoficial que esperarán hasta tener la opinión de su grupo de asesores para emitir una postura sobre la iniciativa.

… Y la IP advierte daños ambientales

Por: Jessica Martínez

La iniciativa privada de México advirtió que el proyecto de reforma del sector energético presentado por el Ejecutivo causaría daños económicos y ambientales al país; además, indicaron que la iniciativa no plantea soluciones sustentables a las carencias que presenta la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

“La aprobación de esta iniciativa marcaría un punto de no retorno, generando daños irreversibles al Estado de Derecho, al medio ambiente, a las finanzas Públicas y a la competitividad”, manifestó el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en conjunto con una docena de confederaciones, cámaras y asociaciones del sector privado.

Entre otros aspectos, el proyecto propone que la CFE concentre 54% de la producción eléctrica y el resto para el sector privado, ante lo cual los empresarios indicaron esto obligaría a los mexicanos a adquirir energía de la paraestatal sin importar “lo sucia, cara e ineficiente que sea”.

Además, permite que plantas “obsoletas” y “contaminantes” incrementen su participación en el mercado sin la necesidad de competir en costos y en niveles de emisiones.

Los empresarios apuntaron que esta reforma implicaría que las plantas más modernas, limpias y eficientes del sector privado dejen de operar, lo que violaría tratados internacionales; aunado a que se pondría en grave riesgo la credibilidad de México como socio comercial.

Añadieron que la CFE no ha desarrollado centrales de generación usando energías renovables de bajo costo, ni ha ampliado y modernizado sustantivamente la red eléctrica, provocando apagones que afectan la seguridad energética y la economía nacional.

“Bloquear la participación del sector privado en la generación eléctrica impide que el país avance en solucionar estos problemas críticos”, acotó la iniciativa privada.

En tanto, BBVA coincidió en que de aprobarse la reforma se pondría en riesgo la competitividad y la inversión y el medio ambiente.
LEG