La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus diversas agencias, así como agrupaciones internacionales de ayuda humanitaria han alertado de las más graves crisis activas en el planeta. Se trata de focos rojos debido al número de víctimas que arrastran, a los riesgos ante futuras muertes, a las lacerantes condiciones de vida o a la posibilidad de generar desestabilidad entre naciones o regionales.
Bashar al-Assad (presidente de Siria), Amrullah Saleh (autoproclamado en Afganistán) y el régimen talibán, Abiy Ahmed (primer ministro de Etiopía y antes premio Nobel de la Paz), Nicolás Maduro (mandatario en Venezuela) y Xi Jinping (presidente de China), entre los responsables señalados.
La ONU declaró que la crisis siria es una de las mayores catástrofes humanitarias desde la Segunda Guerra Mundial. El presidente al-Assad es incapaz de renunciar a su poder político, a pesar de una guerra que ha durado más de una década y ha tenido un alto costo humanitario.
La reinstauración del gobierno Talibán en Afganistán ya ha comenzado ha destruir todo el progreso que se hizo en materia de democratización y protección de los derechos humanos.
Amnistía Internacional declaró que los fundamentalistas no han perdido el tiempo en acabar con la libertad civil.
La guerra civil en Etiopía, aunque de corta duración (11 meses al día de hoy) ha sido de gran impacto humanitario. Las acciones del Gobierno amenazan con destruir los medios de subsistencia de los ciudadanos de la región rebelde del Tigré. El jefe del Hospital de Ayder en dicha región declaró que “nunca había visto el infierno, hasta ahora”.
La represión, la pobreza, el hambre y la inflación han causado una “gravísima emergencia humanitaria” en Venezuela, calificó Human Rights Watch y millones de personas no tienen acceso a atención de salud básica ni nutrición adecuada.
El presidente chino, Xi Jinping, trata sistemáticamente de eliminar a la etnia uigur del país. Los ha deportado a campos de reeducación, ha separado familias y aplicado tácticas de esterilización forzada. La ONU ha activado su “alarma” por dichos “campos” y reclamado que se ponga en libertad a quienes han sido detenidos.
LEG