Merecido homenaje recibió, a sus 91 años de edad, la maestra Ifigenia Martínez, actual senadora de la República, quien -al margen de los desencuentros- recibió la Medalla Belisario Domínguez, máxima presea que otorga el Senado de la República como reconocimiento al trabajo que mexicanos destacados han hecho por la patria.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador decidió no acudir como testigo de honor a la ceremonia de entrega del galardón a una de las mujeres por quien asegura tener más cariño y respeto; bajo el argumento de evitar empañar el evento con protestas en su contra.
Y es que desde el inicio de la semana pasada, anunció que la senadora del PAN, Lilly Téllez, preparaba una protesta en su contra, por lo que decidió no asistir al Senado.
Pero ni la palabra de la oposición de que habría respeto ni el cariño por la senadora Ifigenia hicieron que el primer mandatario cambiara de parecer, lo que fue calificado por la presidenta de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, la senadora Sasil De León, como un gesto de que López Obrador es un “pacificador” y conciliador que todos los días llama a la concordia, la paz y el respeto.
Lo que olvidó la senadora del Partido Encuentro Social, aliado del Presidente, es que una persona pacifista no genera discordia, una persona que busca la paz no guarda rencores y una persona que enaltece el respeto al prójimo no evidencia desde su púlpito de las conferencias mañaneras a sus adversarios o a quienes piensan distinto.
Luego de que el Presidente informó que Lilly Téllez preparaba una protesta en su contra, sus seguidores orquestaron una serie de mensajes agresivos hacia la panista, amenazando la vida e integridad de ella y su familia.
Al enterarse de estas amenazas, López Obrador pidió no agredir; pero el daño ya estaba hecho, los llamados de sus huestes a apedrear, rayar el carro o incluso a agredir a su hijo quedaron plasmadas.
Al Presidente le encanta estar rodeado de gente, acudir a eventos masivos en los que sus seguidores le aplauden; pero se enoja cuando hay protestas, cuando lo detienen para pedirle justicia por los desaparecidos; ahí su tono de voz y su gesto cambian, y evita a las personas haciéndolas a un lado.
Sin embargo, el que la senadora Lilly Téllez lo encarara -como en su momento Layda Sansores increpó en dos ocasiones al expresidente Enrique Peña Nieto- no era algo que el primer mandatario pudiera evitar como suele hacerlo con el pueblo bueno.
De ahí que la duda sea si… ¿En realidad se comportó como un pacifista al no acudir al Senado o se trató de otro gesto de intolerancia?
Y en Pregunta Sin Ofensa:
No hay duda, hasta el momento la favorita para suceder al Presidente es la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien cuenta con todo el respaldo del Ejecutivo federal; pero a quienes se les ha visto tejiendo fino y cada vez más cercanos es a los también aspirantes presidenciales Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, ¿será que la unión hace la fuerza?
@aguilarkarina