En 10 años, el crecimiento económico de México ha estado enmarcado por dos crisis globales.
La actividad productiva y los mercados financieros se recuperaban en 2011 de una crisis financiera global, que estalló en 2009, y en este año el dinamismo vuelve a presentar una fase ralentizada tras la propagación de la pandemia de Covid- 19 alrededor del mundo, que inició en 2020.
El valor de la producción subió 14% al pasar de 15.27 billones de pesos (bdp) (primer trimestre de 2011) a 17.97 bdp al segundo trimestre de 2021, no obstante el crecimiento promedio del periodo resultó ser de sólo 1.80%, por debajo de la meta del gobierno.
Las reformas estructurales han estado en la mesa de discusión de los Ejecutivos como factor determinante de crecimiento, mientras que los inversionistas de capital y cartera refieren la falta de estado de derecho, lo cual limita su participación en la actividad productiva del país.
Durante la administración de Enrique Peña Nieto, se autorizaron 9 reformas estructurales (laboral, de competencia económica, educativa, en telecomunicaciones, financiera hacendaria y energética, entre las más destacables).
En particular, la energética ha sido controversial en la actual administración por la cancelación de contratos e impulso de energías fósiles cuando existen acuerdos internacionales para incrementar las energías limpias y propuesta de su reemplazo.
El crecimiento también se ha visto limitado por la cancelación de proyectos de largo plazo, como el del Nuevo Aeropuerto de la CDMX, generando incertidumbre entre los inversionistas.
LEG