En 10 años, la paridad de género para cargos de elección popular ha crecido, pero sólo en el Poder Legislativo y en gobernantes, porque así lo mandata la constitución.
No obstante, en los Poderes Ejecutivo y Judicial todavía no es una realidad; incluso en la vida interna de los partidos políticos tampoco se ha logrado y hay institutos políticos en México que nunca han tenido una mujer en su dirigencia nacional.
De acuerdo con el politólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México, Edgar Ortiz Arellano, en los últimos 10 años se aceleraron las políticas de paridad de género como consecuencia de los movimientos de mujeres, lo que hizo que se reformara la Constitución y diversas leyes electorales para obligar a los partidos políticos a postular a más mujeres candidatas.
En la Cámara de Diputados en 2010 había 159 mujeres contra 341 hombres; actualmente y luego de reformas a la Ley que obligan a que incluso las fórmulas de propietario y suplente sean del mismo género, hay 239 mujeres y 261 hombres. En el Senado, en 2010 había 13 mujeres contra 115 hombres, actualmente son 63 mujeres y 64 hombres.
En este sentido, el también académico recordó que esta política ha sido polémica y los mismos partidos políticos han buscado la forma de evadirla o burlarla, de ahí que surjan las denominadas “juanitas”, mujeres que son postuladas (para cumplir la cuota de género) como propietarias de una diputación o senaduría y ya que ganan piden licencia para que su suplente hombre se quede en el cargo.
“Ha sido un tema muy debatible, porque los partidos políticos en los últimos 10 años -ante ese avance de la equidad de género- han buscado los mecanismos para evadir esta disposición legal y también para evitar cumplir con un principio de carácter moral, es decir que a las mujeres les toca el 50% de las candidaturas”, refirió.
Situación que también se evitó con otra modificación legal en la que se establece que las fórmulas deberán ser del mismo sexo y de esa manera evitar que sean utilizadas sólo para cubrir la cuota que establece la Ley.
ÉLITE POLÍTICA
En cuanto a las gubernaturas, éstas tuvieron un avance sustancial en el último año, tras los lineamientos del Instituto Nacional Electoral (INE) que obligó a los partidos a postular a mujeres.
De ahí que mientras en 2010 había solo una gobernadora (Ivonne Ortega en Yucatán), actualmente hay seis (entre las electas y las constitucionales), incluida la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Sin embargo, en los Poderes Ejecutivo y Judicial no existe una obligación legal para que su integración cumpla con el principio de equidad y por lo tanto, todavía hay mucha disparidad.
En 2010, en el gobierno del presidente Felipe Calderón hubo cinco mujeres como secretarias de Estado de un total de 20 dependencias; en el gobierno de Enrique Peña Nieto hubo siete secretarias de Estado de un total de 19 dependencias.
CAMINO ARDUO
Actualmente, de 21 secretarías de Estado, sólo hay ocho mujeres y 13 integrantes del Gabinete legal son hombres; ello a pesar de que el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador ha presumido estar con las causas de las mujeres y ser paritario.
“El Presidente de la República tiene una gran deuda con las mujeres de este país, porque no se ha visto solidario en temas que afectan y duelen a la mujer mexicana; y también hemos visto que en su Gabinete las mujeres no ocupan un papel trascendental”, consideró Ortiz Arellano.
En la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la paridad tampoco se ha visto reflejada, actualmente son tres las ministras y 8 los ministros que integran la Sala Superior. Hay que recordar que las propuestas para llegar a este cargo las hace el titular del Poder Ejecutivo.
Pero a pesar de los discursos, los partidos políticos tampoco tienen paridad en su vida interna, basta señalar que Acción Nacional (PAN) no ha tenido una mujer electa para ser su presidenta nacional; mientras que el PRI es el partido que más presidentas nacionales ha tenido. El PRD tuvo a Rosario Robles y Morena a Yeidckol Polevnsky.
LEG