Hay quienes dicen que es suerte, pero en realidad es estrategia, inteligencia. Ya no se trata de ver la política mexicana entre buenos y malos, ni siquiera entre los de antes y los de ahora, sino de quién juega mejor sus cartas y en esto no hay mejor jugador que el Presidente. Estemos a favor o en contra de su política, sabemos todos que él lleva la agenda política e informativa, situación que no había sucedido en este siglo.
Los intentos por desestabilizarlo lo han fortalecido. Desde el manejo de la pandemia, donde la oposición celebraba la muerte de cada mexicano como si se tratara de un gol anotado por su equipo, el Gobierno federal supo hacerle frente, a pesar de contar con un sistema de salud prácticamente inexistente.
La Iniciativa Mérida que con el pretexto del combate al narcotráfico se convirtió en el puente para que agentes policiacos de Estados Unidos anduvieran en territorio mexicano armados, ahora se volvió un flujo de dinero destinado a los programas sociales de la 4T.
El caso de la reforma eléctrica propuesta por el Presidente, si se aprueba, se convierte en un mandatario que hace historia, si no lo logra ya dividió a la oposición en 2024, al hacer cada día más frágil la coalición electoral contraria. Por lo pronto ya ganó con esa propuesta.
Las críticas por no asistir a la Cumbre Económica Mundial de Davos, han callado porque ese grupo de países afiliados a la reunión mostraron su decadencia al posponer su reunión anual un año más. Ni siquiera de manera virtual se realizó este año y se programó para el 23 de enero de 2022, con pocas posibilidades de realizarse.
Ningún Presidente de México había presidido el Consejo de Seguridad de la ONU, posición desde la que ahora dará un discurso a la altura de las grandes voces que han llegado a todo el mundo haciendo historia.
Lo cierto es que nadie es profeta en su tierra, porque en el extranjero ven a un Presidente fuerte, que nunca baja su popularidad del 63 por ciento en tres años y una oposición que raya en lo criminal, porque recordaremos a comentaristas de televisión invitando a que los mexicanos no se vacunen, a legisladores de oposición afirmando que colocarían un chip, líderes empresariales gritaban que era agua lo que aplicaban. Una oposición homicida, lo que en otras naciones no ocurría.
Las propuestas descabelladas y las críticas desproporcionadas de una oposición desesperada crean la angustia opositora de estar cada día menos conscientes del lugar que les toca en los destinos de México. Sin embargo, todo le sale mal.
López Obrador aprendió cómo hacer que los cuestionamientos, descalificaciones, críticas e insultos pudieran tener un efecto de boomerang. Tuvo 18 años de aprendizaje para que ahora, al frente de los destinos del país, pueda revertir todo y mantenerse como el whisky escocés, Johnnie Walker, tan campante.
Desde la perspectiva de los líderes mundiales y de la población del planeta se observa un liderazgo firme, con la gente volcada a su favor, y una oposición famélica y enloquecida tratando de desgastarlo inútilmente. Sin líder, invirtiendo dinero como si el Gobierno fuera una empresa, pero sin hacerle daño al Presidente. No es sólo el triunfo del discurso, es el triunfo.
PEGA Y CORRE. – Felicito a todos y cada uno de quienes integran el equipo de trabajo del periódico 24 HORAS, mención especial merecen los fundadores, quienes creyeron en Toño Torrado, saben que informar sigue siendo satisfactorio y con grandes logros. En 10 años se ha erigido un gran medio que es vanguardia y referente de la información en México. Felicidades, vamos por muchos años más… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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