La plataforma HBO puso al descubierto los crímenes del millonario heredero de bienes raíces de Nueva York, Robert Durst a través de su serie, “The Jinx: The Life and Deaths of Robert Durst”, donde se narra la historia de la desaparición de su esposa y dos asesinatos.
Hoy, Durst ha sido condenado a cadena perpetua por el asesinato de , su amiga intima a quien disparó a quemarropa en el año 2000 por el temor de que revelara información acerca de la desaparición de su esposa.
El juez Mark E. Windham calificó la muerte de la Sra. Berman como un homicidio de testigos y “un crimen horrible”, además negó la solicitud de la defensa a un nuevo juicio pues afirmó que el caso fue “una denegación de justicia a la familia McCormack”.
El acusado reveló información sobre sus crímenes durante la grabación de la serie por lo que fue arrestado en 2015 cuando se encontraba escondido en un hotel en Nueva Orleans. En esa ocasión los fiscales informaron que Durst había hecho una confesión.
El millonario perdió toda credibilidad ante la ley cuando trato de testificar en su propia defensa, esperando ser absuelto como en 2003 cuando fue juzgado por el asesinato y desmembramiento de Morris Black, un hombre que vivía frente a él en una pensión de Galveston donde Durst se hacía pasar por una mujer muda.
En aquel tiempo el jurado lo absolvió, incluso después de que hubiera confesado haber descuartizado al hombre, pero en esta ocasión sus palabras lo llevaron a admitir que anteriormente había mentido bajo juramento.
La prueba clave para ser aprendido fue una nota anónima que la policía recibió para poder encontrar el cuerpo de Berman, esta y una carta que el propio Durst había enviado a Berman un año antes de su muerte tenían la misma letra.
La información fue revelada durante la grabación de la serie por lo que los creadores decidieron enfrentar al protagonista pues además notaron que ambas notas tenían la misma falta de ortografía al escribir “Beverly Hills”.
Después del breve interrogatorio, Durst se dirigió al baño y dijo para sí mismo, “los maté a todos, por supuesto” pero no contaba con el micrófono en vivo que lo estaba escuchando.
Una confesión durante un momento de descuido fue como lo calificaron los fiscales.
A pesar de que la justicia parece haber llegado, la familia de su esposa, “Kathie” ,conocida como la Sra. Durst, emitió un comunicado diciendo que continúan esperando justicia y esperaban que Durst también fuera procesado por su desaparición pues jamás fue hallada.
GR