En Ciudad Juárez, Chihuahua, las mujeres que deciden subirse al ring, sin importar si son rudas o técnicas, enfrentan juntas el machismo. A pesar de que en la lucha libre predominan los hombres, ellas también practican este deporte en el cuadrilátero.
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“Estar dentro del ambiente de la lucha, como mujer es difícil porque arriba todas somos iguales […] ha sido complicado, he sufrido buenos golpes”, dice Lady Candy, presentada con cariño como “La Chaparrita de Oro” desde hace más de tres años. Mientras sostiene el cinturón del Campeonato Xtreme Warriors Wrestling, Venus desafía la creencia de que las mujeres no tienen la fuerza para practicar la lucha libre.
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“Ellos mismos reconocen que he aguantado de todo: hombres, mujeres, lo que sea”, menciona la luchadora. En la década de 1950, las mujeres tenían prohibido pisar los recintos de lucha libre. Pero hoy, desde la Arena Anáhuac, Leslie Martínez asegura que ha pasado la mitad de su vida en el cuadrilátero, a pesar de que en la infancia no le gustaba disfrutar del espectáculo cuando su mamá la llevaba con sus hermanos. “Comencé a crecer y como que le empecé a agarrar gusto, veía a las luchadoras y se me hacían padres sus trajes, la lucha y todo”, expresa quien tiene aproximadamente una década de dedicarse a esto.
GR