El exlíder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME); Martín Esparza y Silvia Ramos, secretaria general de la Unión de Técnicos y Profesionistas Petroleros, defendieron la reforma eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y calificaron de “recalcitrante y porfirista” a la derecha que se opone a la iniciativa.
A convocatoria de la senadora de Morena, Blanca Estela Piña Gudiño, se realizó el Foro “La reforma eléctrica, un paso en la recuperación de nuestra soberanía energética”, en el que los ponentes hablaron sobre las bondades y los beneficios de esta iniciativa.
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El exlíder sindical, Martín Esparza, atacó con un discurso ideologizado a la derecha por decirle no a la reforma del presidente López Obrador.
“Nos sorprende el rechazo de la derecha recalcitrante de forma inmediata. (…) Antes de los nuevos porfiristas, en esencia representantes de la derecha recalcitrante, esperábamos que se terminaran todas las inversiones de capitalistas extranjeros y nacionales. Una limpia completa de la industria eléctrica, pero no es así. (…) Y es alto al porfirismo, alto a la privatización de la Constitución. La Patria no se vende, la Patria se defiende. (…) Las empresas estatales colocadas en la guillotina porfirista están de regreso con vida propia”.
Mientras fue la senadora morenista Blanca Piña, reiteró que Morena se mantendrá en la lucha para renacionalizar la industria eléctrica.
“Terminar con la especulación y las ganancias a costa del sufrimiento del pueblo de México, que se veía afectado por esta privatización, pero esto es un gran avance. (…) Pese a la campaña mediática de la empresa conservadora y entreguista, cuenta con el respaldo de millones y millones de mexicanos y mexicanas que anhelamos una Patria soberana”.
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Silvia Ramos, secretaria general de la Unión de Técnicos y Profesionistas Petroleros exigió abrogación de la actual Ley por considerar que atenta contra la soberanía energética y expresó su apoyo a la propuesta del Ejecutivo Federal. Y denunció que la energía eólica en Oaxaca, “está manchada de sangre”, ante las prácticas para obtener terrenos para la instalación de su tecnología.
OC