Se dice que el hombre usaba una cámara de bolígrafo atada al zapato para así poder recabar material audiovisual de niñas menores de edad en un centro comercial.
Lo anterior después de que la policía local de Wrentham recibiera llamadas de clientas de Wrentham Outlets que reportaban la presencia de un joven que parecía muy “sospechoso”, pues dicen usaba una peluca rubia y tenía un comportamiento extraño en los baños de mujeres, ya que siempre ocupaba puestos contiguos a niñas menores de edad.
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Al momento en que arribaron las autoridades al lugar, el sujeto ya se había ido. Sin embargo, los reportes policiales le dieron seguimiento al caso.
Tras revisar los videos de las cámaras de seguridad, fue como pudieron localizar su vehículo. El sospechoso fue reconocido como Jacob M. Guerrero, un conductor de reparto de Amazon.
Con una orden de aprehensión en la mano, la policía de Wrentham arrestó a Guerrero el 2 de septiembre bajo la “upskirt law”, que prohíbe tomar fotos íntimas a personas sin su consentimiento o que pudieran afectar su integridad. Más tarde, ese mismo día, el detenido salió bajo fianza.
No obstante, el trabajo policial no acabó ahí. Se obtuvo una orden de registro de su vehículo y su teléfono móvil. Fue en ese momento donde se obtuvieron las pruebas suficientes para conseguir una segunda orden de arresto. Esta vez por posesión de pornografía infantil.
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Se estima que la evidencia incluye doce videos, donde las víctimas (niñas entre 8 y 11 años en su mayoría) aparecían desnudas o semi-desnudas, sin percatarse de la presencia del agresor.
Tras lo sucedido, Amazon decidió despedir al sujeto radicado en Massachusetts, Estados Unidos.
OC