Los contagios comenzaron en diciembre de 2019: un mes después, lo que se identificaba como un brote de neumonía atípica en Wuhan, China, reportó su primera muerte. La gravedad de la situación no hizo más que escalar. Hoy el mundo aún camina entre los claroscuros de la peor crisis sanitaria en 100 años.
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En marzo de 2020, con Italia -uno de los países más afectados- cerrado totalmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que, por su capacidad de propagación y falta de protocolos para prevenirlo, el Covid-19 era una pandemia.
La cooperación internacional, bajo la batuta de Naciones Unidas, desarrolló planes de ayuda como el plan COVAX, cuya meta se fijó en aplicar 2 mil millones de vacunas en 2021 y mil 800 millones de dosis más a 92 economías de ingresos bajos para 2022… a la fecha, solo se han asignado 170 millones a 138 países.
Además de los cortos logros, los compromisos de las naciones que se dijeron dispuestas a colaborar siguen sin ser claros: “Para la mayoría de las donaciones no tenemos un calendario. No sabemos cuántas dosis recibirá COVAX ni cuándo”, lamentó recientemente el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
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Tras la confirmación de la pandemia, el mundo se vio paralizado con declaraciones de estado de emergencia y el cierre generalizado de fronteras.
En ese momento, la unión fue la fuerza y la colaboración global estableció como prioridad el desarrollo de la mejor solución hasta ahora: la vacuna.
Para los laboratorios, enfocados en esta misión, el principal problema era la premura por obtener el inmunizante, y en cuanto fue aprobada la primera versión (Pfizer/BioNTech) llegó el siguiente reto: su distribución. La primera dosis fue aplicada en Reino Unido el 8 de diciembre de 2020, pero inmunizar en los grandes focos urbanos no representaba un problema, sino hacer posible que la mayor cantidad de personas en el mundo tuviera la misma oportunidad.
India alcanzó esta semana los mil millones de dosis aplicadas -cifra solo superada por China, con 2 mil 300 millones de inoculaciones-. Sin embargo, hay países de África, Asia y América Latina que se ven en la necesidad de desacelerar sus campañas por el desabasto de inyecciones y el temor a obtener solo una inmunización parcial, lo que propicia nuevas cepas, como las que aún azotan al Reino Unido.
Los datos de 119 países indican que, en septiembre de 2021, una media de dos de cada cinco trabajadores sanitarios y asistenciales estaba totalmente vacunados. Sin embargo, hay matices: mientras que en 22 países el número de trabajadores sanitarios totalmente vacunados supera 80%, en África y el Pacífico Occidental es inferior a 10 por ciento.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
Ni Reino Unido, líder en vacunas, libra rebrotes
A pesar de que fue el primer país en comenzar las campañas de vacunación, Reino Unido registró ayer más de 50 mil nuevos casos de Covid-19 por primera vez desde julio, confirmando el deterioro de la situación sanitaria que provoca crecientes llamados a reimponer restricciones, como el uso de mascarillas en interiores.
La pandemia, desaparecida por semanas de conversaciones, está presente de nuevo en Reino Unido.
El país registra una de las tasas de infección más altas del mundo, igualando los niveles de la ola del pasado invierno, que provocó un confinamiento de cuatro meses.
Las hospitalizaciones y las muertes son aún inferiores pero van en aumento: el número de nuevos casos diarios ascendió el jueves a 52 mil y la cifra de muertos a 115, llevando a 139 mil 146 los fallecidos desde el inicio de la pandemia. El Gobierno admitió que pronto se podrían alcanzar 100 mil casos diarios, pero se negó a endurecer medidas por considerarse en los límites previstos.
Latinoamérica, cuesta arriba: FMI
En Latinoamérica y el Caribe los efectos negativos de la pandemia de Covid-19 en productividad, empleo y capital humano podrían tomar “muchos años” en revertirse, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Vemos que tomará algún tiempo, quizás ni siquiera en nuestro horizonte de pronóstico de cinco años, para que el PIB de la región regrese a la tendencia anterior a la crisis”, dijo el director del departamento de las Américas del FMI, Nigel Chalk.
LEG