El expresidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que la industria del litio debe estar en manos de los Estados y no de empresas y América Latina podría ser una potencia en su industrialización.
En conferencia de prensa en la Ciudad de México, y al ser cuestionado sobre su opinión de la reforma energética que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, el boliviano puntualizó que cada país tiene sus particularidades, y no tenía mucho que comentar o sugerir sobres esa política.
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Sin embargo, insistió en que el golpe de Estado que lo obligó a renunciar a la presidencia de su país fue motivada precisamente por la nacionalización del litio.
“En el tema del litio en Bolivia, los neoliberales concesionaran a los estadounidenses. Llegamos al gobierno y lo recuperamos, y decidimos como Estado industrializar el litio.
“Hemos contratado expertos para que con modos tradicionales se extrajera y aprendieron; instalamos una planta piloto con 20 millones de dólares y ya han demostrado la batería de litio, de carbonato de litio, hidróxido de litio (cuya) tonelada cuesta como 15 mil dólares…empezamos la gran Industria y ahí viene el golpe de Estado”, expresó.
Además, comentó, ahora se supo gracias a los medios de comunicación que incluso Inglaterra participó en golpe de Estado por medio de su M15, “y todo ha sido por el litio”.
La reforma energética que propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador busca, según su planteamiento, fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y tenga la preponderancia en la producción de electricidad.
Pero también cancela las concesiones otorgada para la explotación del litio y prohíbe la expedición de nuevas, pues su manejo quedará en manos del Estado.
Morales aseveró que de haber terminado el plan que tenían para la industria de ese mineral en Bolivia, su Nación sería quien impondría el precio internacional de litio.
SALIDA EN 2019 FUE POLITICA
El exmandatario boliviano también reveló que su intempestiva salida del país en diciembre de 2019 estuvo motivada por temas políticos.
“Fue por la amistad, las elecciones y los candidatos”, respondió.
A la pregunta de si su presencia ponía en riesgo al presidente López Obrador en términos políticos, dijo que por eso partió hacia Argentina.
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El expresidente boliviano llegó al país el 12 de noviembre e 2019 como asilado político, algo que ha reconocido le salvó la vida tras el golpe de Estado de su país.
Sin embargo, el 6 de diciembre de ese año abandonó el territorio nacional de manera imprevista y sin previo aviso con rumbo a Cuba para después dirigirse a Argentina.
EAM