De un zaguán color verde en la alcaldía Iztapalapa entran y salen personas durante todo el día. Algunas veces llevan “cráneos” y “esqueletos”. Y es que aquí se ubica el taller “El Volador”, donde se construyen los carros alegóricos para el desfile del próximo 31 de octubre, como parte de las festividades por Día de Muertos en la CDMX.
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De las entrañas del taller emerge una catrina de más de dos metros de altura. En el lugar predomina el olor a solventes y la fibra de vidrio conforma un ambiente lleno de anécdotas.
A los pies de la escultura está Paco Enriquez, director del taller, quien organiza a las 27 personas que laboran en “El Volador”, pero aclara que en esta ocasión colaboraron alrededor de 100 artesanos de otros colectivos.
El taller, que se jacta de montar el desfile de Día de Muertos “más grande hasta el momento”, comenzó como un proyecto de amigos “en la azotea de la casa de mi mamá”, cuenta Enriquez.
Hoy busca fomentar y preservar esta celebración “reuniendo las tradiciones más emblemáticas en un mismo espacio”.
Así, cada uno de los siete carros alegóricos que desfilarán está pensado en función de una historia que quiere relatar.
La odisea móvil empieza desde la época prehispánica, en Tenochtitlán, hasta nuestros días, dividido en cuatro secciones. Sin embargo, el reto este año se concentra en transmitir todas estas tradiciones a los niños y jóvenes.
“A las nuevas generaciones no les puedes decir ‘este fue Posada y fue un grabador’, no se los puedes contar de esa manera, por eso se los vamos a contar con una calavera enorme, bellamente ataviada acompañada de un artista contemporáneo”, explica el director del taller.
Para Enriquez, esa es la manera de establecer un puente para preservar las tradiciones del México de hoy. Por ello, en el desfile se presentarán cantantes como Yahir, Kalimba, María León y Laura León.
LEG