Hace 15 días, Patricia Huerta compró un tanque de Gas Bienestar en la alcaldía Iztapalapa, y aunque no se arrepiente, comienza a dudar de que haya un “beneficio real”.
“Ya está a la par de los otros gaseros, por eso no compre el otro cilindro, pues ahorita el monedero no está para gastar de más”, expresó la mujer de 65 años de edad.
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“Apenas lo pusimos, todavía no podría decir si duró más, pero sí se me hizo un exceso el precio, se suponía que el beneficio sería comprarlo más económico, ahora está al mismo precio que en otros lados… ¿Qué beneficio es?”, expresó.
Además, cuestionó el por qué solo se obtiene en puntos de venta y no circula el camión repartidor por las colonias, pues enfatizó que ella vive en un tercer piso y que pertenece al grupo de la tercera edad.
Por su parte, Carlos Vázquez, quien también vive en Iztapalapa, San Pedro, refirió que “cada semana ha subido su precio… estamos inconformes porque ya el mismo camión te cobra lo que quiere y el precio se empieza a parecer al de las otras empresas, ya no conviene tanto el Gas Bienestar, por el precio ya da igual comprarlo con otros gaseros… y no pasa tan seguido”.
Mientras que don Juan, también de Iztapalapa, destaca que con el Gas Bienestar el ahorro “a lo mucho son 20 pesos, pero hay que llevar el tanque en un diablito y de regreso igual, después tengo que subirlo al segundo piso de mi casa y es más complicado porque soy adulto mayor y tengo problemas de salud”.
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Además, recordó que sin repartidores debe abrir la llave de servicio y hacer la maniobra para quitar y poner el tanque: “Esto antes lo hacían los gaseros… el Gobierno tomó una medida muy apresurada para controlar el mercado y sin ninguna experiencia previa, no tienen la menor idea de la logística para entregar gas, sumando que no cuentan con una flotilla suficientes de vehículos”.
FRASE
“Sin repartidores, una vez en casa hay que conectarlo, tener mucho cuidado con las válvulas… Le veo más desventajas que beneficios y el precio fluctúa cada semana… Por ejemplo, si en el camino tienes una fuga o en casa obviamente no sabemos cómo actuar y los gaseros al menos tienen experiencia”.
Don Juan
Vecino de Iztapalapa
“¡De que sirve! (la venta de Gas Bienestar) sí lo tengo que andar jalando para todos lados, pues no lo reparten, uno tiene que andar jalando el tanque hasta donde está el camión, todavía hay que estar quitando y poniendo el tanque; y todavía pagarle a un muchachito para que nos haga el favor de subir y poner el tanque”.
Patricia Huerta
Vecina de Iztapalapa
LEG