Foto: Funeza Los servicios fúnebres se han transformado y ahora existen funerarias que reciben más peticiones de cremación que de velación en ataúdes  

Tras año y medio de la pandemia de Covid-19, los servicios fúnebres se han transformado y ahora existen funerarias que reciben más peticiones de cremación que de velación en ataúdes, por lo que se han potenciado diferentes servicios para las ceremonias de entrega de urnas.

Por ejemplo, en Servicios Funerarios Funeza existen servicios como los Ositos del Recuerdo, elaborados con prendas del ser querido para el acompañamiento del duelo. Otra modalidad son las despedidas verdes, que consisten en urnas biodegradables que pueden plantarse con diferentes tipos de semillas de árboles o plantas, en donde las cenizas se unen a la tierra y se transforman en un árbol.

Christian Terrón, gerente de Marketing de Servicios Funerarios Funeza, explicó que de las cuatro mil cien familias a las que han brindado servicio este año, 48% no contemplaron el servicio de velación; mientras que el 52% restante realizaron la despedida con las medidas de seguridad y Nueva Normalidad implementadas por las autoridades.

Por su parte, Fernando Mendoza, director de Relaciones Públicas de Platinum Casket Company, dijo a este diario que las demandas para adquirir las urnas en la Ciudad de México pasaron de 40% a 80%, es decir, ocho de cada 10 servicios son cremaciones.

“Antes de la pandemia, de enero a febrero del 2020, teníamos una tasa de cremación entre 40 y 50%, a raíz de la contingencia fue creciendo hasta llegar a 80%… Cambiaron los hábitos de consumo, en términos económicos es más fácil cremar de manera directa que hacer todo el servicio tradicional”, expresó Mendoza quien colabora en la empresa, que se dedica a la fabricación de urnas y féretros de metal, así como de madera.

Abundó que las ventas de féretros decrecieron, “entre 40 a 50%, representó una caída anualmente entre 25 mil unidades que dejamos de vender a nivel nacional y en la CDMX sería entre cuatro mil a cinco mil”.

El director de Relaciones Públicas señaló que un ataúd de metal tiene un costo de cinco a seis mil pesos, mientras que la incineración oscila entre los nueve mil pesos, pero no hay que buscar el espacio del panteón.

“Una cremación directa debe de andar entre los nueve a los 15 mil pesos y un servicio tradicional de los 12 a los 25 mil pesos… Nosotros fabricamos ataúdes de acero y madera”.

Recordó que al inicio de la pandemia entre febrero y marzo del año pasado se detuvo la venta de ataúdes y se disparó la de urnas, así como bolsas para resguardo de los cuerpos.

FRASE
“Cambió radicalmente el modelo … La experiencia es que ante este tipo de situaciones tenemos que estar preparados para innovar y adaptarnos rápido a las necesidades de las familias que son las que toman las decisiones al final del día”.
Fernando Mendoza
Relaciones Públicas de Platinum Casket Company

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