Aún faltaba una hora para el inicio del evento de Checo Pérez y las banderas a cuadros ya ondeaban en los hombros de los vendedores ambulantes.
“¡De a 100, de a 100! ¡Gorras o banderas originales, como las de Checo, de a 100!”, gritaban los comerciantes mientras la gente empezaba a aglomerarse a orillas del Ángel de la Independencia, sobre Paseo de Reforma.
Y es que en las poco más de cuatro horas que duró el Red Bull Show Run, los ambulantes fueron los más beneficiados, pues la venta de gorras, playeras, banderas y chamarras se llevaron la preferencia del público.
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A pesar de los elevados precios, que llegaban hasta los 250 pesos, dependiendo el tipo de material, la gente pagaba para llevarse un pequeño recuerdo del evento.
Algunos de los comerciantes comentaron que recuperaron su inversión, además de que obtuvieron ganancias en un 50 por ciento más de lo esperado.
Así, entre la gente circulaban de mano en mano los “recuerditos”, algo para cubrirse del sol o una playera como las que usa Checo. Todo “oficial”, todo “igual a lo que él usa”, decían los vendedores.
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No podían faltar las nieves de 10 pesos para hacer frente al calor, o las tlayudas y los tacos de cinco por 10 pesos para aguantar el evento que se extendió hasta después del mediodía.
Pero los establecimientos de comida rápida y bebidas sobre Paseo de la Reforma también se vieron beneficiados, pues -según empleados- se generaron las ganancias de aproximadamente una semana a pesar de que no aumentaron los precios.
Sin embargo, en la mayoría de los restaurantes de la zona se observó un flujo normal de clientes. “Es un día como cualquier otro, quizá cuando acabe el evento vengan algunos a comer. Es que no se quieren mover de allá”, dijo Raúl, mesero de un restaurante cercano.
OH