La demencia es un síndrome que deteriora la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad de realizar actividades cotidianas, por lo que es importante diagnosticar y atender a tiempo para evitar el desgaste en la calidad de vida, así como de la economía de quienes rodean al paciente.
Especialistas apuntan que los familiares acuden a recibir ayuda profesional en etapas muy avanzadas de la demencia, ya que, por lo general, suelen normalizar y asociar algunos síntomas a la edad, pero no es así, precisaron.
Y es que, conforme avanza la demencia y no se trata, aumentan los gastos –principalmente, en enfermería– así como el deterioro en la calidad de vida del paciente y del cuidador.
La demencia es una enfermedad cara, reconoció el doctor Agustín Torres Cid de León, especialista en Psiquiatría, ya que, además de los gastos económicos que se generan de la atención médica, el diagnóstico, los medicamentos y los cuidados, hay costos que no se pueden cuantificar, tales como la pérdida de poder adquisitivo de los cuidadores que, en muchas ocasiones, dejan de trabajar para brindar atención a la persona con demencia.
En caso de ignorar los síntomas y no tratar a la persona con demencia, las consecuencias generan una mala calidad de vida para el entorno, ya que se presentan violencia, agresiones, agotamiento físico y emocional, además de riesgo de muerte prematura.
COSTO INCALCULABLE
Para el diagnóstico acertado de la demencia los costos pueden ubicarse entre 5 mil y 7 mil pesos. El también autor del libro Guía para sobrevivir al cuidado de un paciente con Alzheimer y otros tipos de demencia, admite que es una inversión fuerte, pero necesaria para descartar otras enfermedades cerebrales, así como para diagnosticar, prescribir un tratamiento adecuado, según los resultados de laboratorio y descartar la posibilidad de demencia.
Cuando ya se está en tratamiento para la demencia, los principales costos se concentran en los cuidados de enfermería, que pueden ascender a los 24 mil pesos mensuales. En caso contrario, la familia se encarga, pero la responsabilidad recae en una sola persona, lo que, en ocasiones, implica la pérdida de trabajo, un costo que no se puede calcular.
Aunado a lo anterior, hay que sumar la atención médica, que en particulares, está entre los 500 y mil pesos; los gastos mensuales por medicamentos se ubican entre 3 mil y 4 mil pesos; y conforme la enfermedad avanza, se presentan una serie de alteraciones físicas que van a requerir mayores gastos.
Se estima que los familiares tardan entre 1.5 y 3 años en llevar a sus adultos mayores, desde el momento en que presentaron algunos de los síntomas, lo que implica que el diagnóstico dé como resultado una etapa moderada de la demencia.
Por su parte, Sara Montero, directora general de Lundbeck en México, Centroamérica y países andinos, consideró que en nuestro país hay muy poca cultura de prevención porque es costosa y el poder adquisitivo de los mexicanos es muy bajo, por lo que solamente se acuden al médico cuando la persona está muy grave o en etapas muy avanzadas de la enfermedad.
DIAGNÓSTICO OPORTUNO
La demencia tiene un impacto físico, psicológico, social y económico sobre las personas con la patología y sus familias, por lo que es importante detectarlas a tiempo y no normalizar ciertas conductas.
El doctor Agustín Torres Cid de León, especialista en Psiquiatría precisó que se debe prestar atención cuando la persona reduce sus conductas de cuidado e higiene personal, tiene dificultades para realizar tareas cotidianas o presenta descuido en el orden y la organización de la casa y el trabajo.
Lo que debes saber
Se considera que la demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre los adultos mayores.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demencia se presenta en 1 de cada 100 personas entre 60 y 65 años; pero en las de 85 años o más, la incidencia aumenta en 3 de cada 10 adultos mayores.
Se estima que, en 2019, el costo mundial de la demencia ascendió a 1.3 billones de dólares, y se prevé que para 2030 suba a 1.7 billones de dólares o, inclusive, a los 2.8 billones de dólares si se considera el aumento de los costos de la atención.
LEG