La sevicia con la que fue tratado Lorenzo Córdova, presidente del INE, el viernes en la Cámara de Diputados exhibe de cuerpo completo a los “defensores’’ de la democracia.
Sin embargo, fue lo mejor que le pudo pasar al país.

La larga lista de insultos, agravios personales, descalificaciones a la institución, provocó que miles de ciudadanos salieran en redes sociales en su defensa y en la de Córdova, cuya civilidad y serenidad fue puesta a prueba.

Todas las críticas, los insultos, las groserías de flamantes diputados de Morena, como el expriista, experredista, Óscar Cantón Zetina, desataron una campaña en favor del presidente del INE como un eventual candidato ciudadano a la Presidencia de la República.

¿Ya vio, por cierto, la fotografía de 1997 en la que Humberto Roque Villanueva festejaba la aprobación del incremento del IVA del 15 al 16%?

Del lado derecho de la fotografía en cuestión, vista cientos de millones de veces, aparece Cantón Zetina festejando igualmente.

Pero el tema del circo en el que se convirtió la Cámara de Diputados reagrupó a quienes defienden la autonomía del INE, y a quienes ven en Morena un apetito desmedido por hacerse del control del instituto.

Eso se debió, en buena medida, a la falta de argumentos de Morena y sus rémoras; en su lugar, hubo toneladas de adjetivos, todos en contra de decisiones legales que no favorecieron al partido en el poder.

El tema del presupuesto, como el salario de los consejeros, ni siquiera se sostienen.

¿Les molesta a los diputados el incremento del presupuesto del instituto?

Cancelen la inútil y costosa revocación de mandato que costará tres mil 830 millones de pesos; de paso una posible consulta para la que hay un presupuesto de mil 913 millones de pesos.

¿No les es suficiente? Pues que los partidos políticos, comenzando por Morena, renuncien a los cinco mil 821 millones de pesos que recibirán en 2022, mayoritariamente el partido en el poder.

Con ello se ahorrarían casi 12 mil de los 24 mil 649 millones de pesos presupuestados para el INE el próximo año.

Como sea, lo que dijeron los legisladores de Morena a Córdova el viernes pasado habla más de los “nacionalistas’’ y sus jefes que del propio consejero presidente y del INE.

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Oooootra boda tuvo repercusiones políticas en el Gobierno austericida de la 4T.

El enlace matrimonial de Santiago Nieto, jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, y la consejera electoral Carla Humphrey, le costó la cabeza a la ahora exsecretaria de Turismo de la Ciudad de México, Sara Paola Félix Díaz.

La exfuncionaria fue detenida a su llegada al aeropuerto de la capital de Guatemala, pues en el vuelo privado en el que viajó junto con su esposo las autoridades chapinas encontraron sobres con 35 mil dólares no declarados.

El dinero no era propiedad de Félix, pero el escándalo que se suscitó después de la detención de la docena de pasajeros del vuelo privado terminó con su renuncia.

Lo curioso del asunto es que para la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, es más grave que Félix haya osado viajar en un avión privado que dejar su obligación de supervisar el evento más importante de la Ciudad de México en materia de difusión mundial, como fue la carrera de Fórmula 1.

Hay prioridades.

LEG