Foto: AFP Protestas desde Costa Rica vs. revolucionario, hoy dictador  

Con siete opositores en prisión y tres partidos declarados ilegales, una desangelada participación y críticas internacionales, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, estaba anoche a punto de confirmarse un cuarto mandato consecutivo, tras 14 años en el poder de forma ininterrumpida y otros cinco durante su primer mandato, de 1985 a 1990.

La votación duró 11 horas, y estuvo resguardada por 30 mil militares y policías. Transcurrió sin entusiasmo ni incidentes, con la oposición clamando un enorme abstencionismo y el oficialismo una gran participación. Solo se vieron protestas desde el exterior, en Costa Rica, España y en la capital estadounidense, en Washington, ante la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Apenas cerradas la urnas, el presidente de EU, Joe Biden, calificó de “farsa” las elecciones, mientras que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, felicitó a su aliado Ortega ante su predecible victoria, y reiteró que “Nicaragua tiene quien la defienda”.

Ortega, quien llegó al poder por las urnas en 2007 y el jueves cumplirá 76 años, asumirá, previsiblemente, otros cinco años como presidente, a la cabeza del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda), junto a Rosario Murillo (70 años), su esposa, candidata a la vicepresidencia por segunda vez.

El exguerrillero sandinista, quien también gobernó el país entre 1985 y 1990, luego de que el FSLN derrocara en 1979 al dictador Anastasio Somoza, enfrentó a cinco candidatos derechistas, desconocidos y tachados de colaboradores del gobierno.

El ganador no ha estado en duda, pero como la oposición llamó a no votar, se desconoce la participación de los 4.4 millones de electores llamados a elegir también a 90 diputados de un Congreso oficialista.

LEG