Juan Manuel Torres Esquivel
 

Por: Juan Manuel Torres Esquivel

La semana pasada Mark Zuckerberg presentó al mundo su proyecto más innovador: “El metaverso”; además anunció que cambiaría el renombre de su empresa, por lo que ahora Facebook se llamará Meta. Este anuncio conmocionó a la opinión pública digital y también a los mercados; las acciones de Facebook tuvieron un pico en su valor luego de este importante anuncio.

En redes sociales, los usuarios comenzaron a especular sobre el lanzamiento del nuevo servicio, se generaron memes y comentarios en tono graciosos sobre la plataforma. Entre los analistas especializados mucho se ha hablado sobre el impacto que este nuevo universo tendrá en la industria digital, pues Zuckerberg está haciendo una extraordinaria apuesta, ahora en lugar de pasar tiempo en Facebook, las personas tendrán que vivir una vida paralela en la plataforma. Sin embargo, ¿el proyecto es viable? ¿Es posible que Meta consiga el éxito que alcanzó Facebook?

Como primer reto, y creo que es el más importante, Facebook se enfrenta a la brecha digital que aún persiste en el mundo. De acuerdo con el índice de velocidad de conexión mundial, la velocidad promedio mundial para navegar en móviles es de 63 mbs, un valor aún muy bajo que el requerido por la plataforma para funcionar correctamente, pues en ésta se compartirá una enorme cantidad de datos y gráficos. Además, es importante resaltar que estamos hablando de datos de velocidad promedio a nivel mundial y que algunos países, como México, se encuentran por debajo de 40 mbs. Incluso dentro de Estados Unidos, existen algunas zonas donde la velocidad de navegación sigue siendo insuficiente. Esto es parte de la razón por la que el Gobierno de Biden está apostando por un nuevo plan de infraestructura en materia de telecomunicaciones.

El segundo reto que enfrenta este nuevo servicio de Facebook, es la adopción tecnológica de las personas. De acuerdo con el sitio BankmyCell, 80.69% de la población mundial cuenta con un smartphone, sin embargo esto no quiere decir que todos cuenten con un modelo capaz de soportar los gráficos que tiene planeados la nueva plataforma. Basta recordar que para que Facebook, su plataforma original, logrará entrar a mercados como los Latinoamericanos o en algunas partes de Asia ha tenido que desarrollar versiones Lite para los modelos más usados. Aquí solo estamos tocando el tema de los móviles pero, ¿cómo va a lograr que gran parte de la población mundial adquiera todos los equipos necesarios para navegar en su metaverso? Es una misión que escapa completamente del control de Zuckerberg, pues tiene más que ver con condiciones económicas- sociales de las regiones. No obstante, si Meta quiere ser la nueva disrupción digital necesita alcanzar una penetración similar a la que cuenta actualmente la plataforma.

¿Cómo podría Zuckerberg solucionar estos problemas tecnológicos? Básicamente tendría que coordinarse muy bien con los gobiernos del mundo para trabajar en soluciones integrales que puedan ayudar a que, globalmente, se tenga más conexión y mejor infraestructura. No obstante ahí está uno de sus mayores obstáculos.

Facebook y Zuckerberg cada vez tienen más problemas con los gobiernos por todos los escándalos que se han suscitado a raíz de la polémica elección de Donald Trump. A nivel de percepción pública, Facebook, es una de las empresas con peor reputación en el mundo y entre los políticos este estigma es mayor. Congresistas como Alexandra Ocasio han puesto en duda en diversas ocasiones las buenas intenciones de Facebook. Este reproche no sólo viene de lado del partido demócrata, sino también del republicano, que ha hecho fuertes acusaciones sobre la empresa ¿Cómo esperan los ejecutivos de “Meta” que el mundo confíe en ellos, si ni dentro de su país lo hacen?

Para que Facebook pueda tener en sus manos la nueva disrupción digital es necesario que atienda la crisis que tiene enfrente. Este anuncio de Meta pareciera más una distracción de Zuckerberg para no entrarle al fondo del problema de reputación que está enfrentando la compañía. En Facebook, o bueno, en Meta tienen que entender que no se arregla un problema de ese tamaño renombrado a la compañía. Ahora lo que tienen que hacer es trabajar en recuperar lo que han perdido frente a la opinión pública. Un primer paso podría ser enfocar su atención en los cuestionamientos sobre la seguridad de sus usuarios, de las elecciones en el mundo y las acusaciones de que su plataforma únicamente está buscando generar mayores ganancias a partir de esparcir FakeNews en todo el mundo. Estos son los temas que más cuestionamientos generan hacia Facebook y que afectan su credibilidad mundial.