Tras 20 meses de restricciones que separaron familias, frenaron el turismo y tensaron relaciones diplomáticas, ayer al fin se escucharon aplausos, se escurrieron algunas lágrimas y se repartieron abrazos en las fronteras y aeropuertos de Estados Unidos, una vez que se reabrieron las puertas para las personas totalmente vacunadas contra el coronavirus.
La prohibición de viajar fue impuesta por el expresidente Donald Trump a principios de 2020, y confirmada luego por su sucesor, el demócrata Joe Biden.
En el aeropuerto JFK de Nueva York, los sonrientes pasajeros del primer vuelo europeo que aterrizó bajo las nuevas reglas ingresaron a la terminal entre vítores y globos de colores.
Con los ojos anegados por las lágrimas, Alison Henry, de 63 años y que llegaba de Londres, corrió a abrazar a su hijo mayor: “¡No lo puedo creer. Dos años y medio!”, exclamó.
Trump primero cerró las fronteras de Estados Unidos a los viajeros de China en febrero de 2020. Luego, extendió la prohibición a los visitantes provenientes de Irán, los 26 países europeos del Área Schengen, así como Reino Unido, Irlanda, Brasil, Sudáfrica e India. Y en marzo de 2020 limitó el ingreso por tierra o ferry desde sus vecinos México y Canadá, países desde donde se comenzaron a ver filas el domingo por la noche, aunque ayer se normalizaba el flujo, mientras los centros de cambio de divisas se quedaban sin dólares.
CON INFORMACIÓN DE AFP
LEG