Orinar y defecar son necesidades básicas de los seres humanos, los servicios de sanidad como agua potable y un retrete no solo facilitan esta necesidad, también provee un sitio seguro y digno para esta necesidad. En el Día internacional del retrete hablemos de las personas que no tienen uno.
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Hasta 2019, según datos de la ONU, 4200 millones de personas viven sin servicios sanitarios gestionados de forma segura, y en Latinoamérica y el Caribe casi 16 millones de personas continúan defecando al aire libre, lo que no solo implica una acción compleja, también constituye un foco de infección y con esto riesgos a la salud.
La pandemia por Covid vino a exaltar la importancia y por consiguiente la necesidad de tener servicios sanitarios en óptimas condiciones, para evitar propagar enfermedades y mantener la salud de la ciudadanía.
Un solo gramo de heces fecales puede contener 10 millones de virus, un millón de bacterias y mil parásitos, informa la UNICEF y tomando en cuenta que la defecación al ire libre se lleva a cabo sobre todo en sitios rurales, los campos, bosques, arbustos, lagos y ríos se vuelven puntos de infección.
En la actualidad, al menos 2 millones de personas utilizan agua de fuentes que ya han sido contaminadas por heces. Los problemas de higiene relacionados a este tema cobran más de 800 mil vidas anualmente según la ONU.
Hoy se pretende poner el tema sobre la mesa y recordar que no todas las personas tienen la oportunidad de realizar sus necesidades en un inodoro dentro de casa y posteriormente lavar sus manos. La defecación al aire libre se ha vuelto cotidiana en algunos poblados y la poca acción para llevar la infraestructura de agua potable y sistemas de letrinas y otros servicios a los lugares donde se necesitan, le dan prevalencia.
Temer un retrete no debería ser un privilegio, el agua y el saneamiento es un derecho humano decretado por la ONU, que puede incluso salvar vidas y disminuir costos. La OMS estima que un dólar invertido en agua ahorra cuatro dólares en costos médicos, muertes y mayor productividad.
Se espera que para 2013, el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6 en la agenda de la ONU, brinde agua y saneamiento para todos tanto en casas como e instituciones escolares, esto también promoverá un lugar seguro para las mujeres que también deben lidiar con su menstruación no tengan que dejar sus actividades de lado únicamente por no tener donde asearse apropiadamente.
GR