Isabel Santos, jefa de la misión de observadores electorales de la Unión Europea (UE), la primera tras 15 años de ausencia, decía ayer confiada que “las elecciones regionales en Venezuela transcurrían con tranquilidad”.
Y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, opinó ante la presencia de la comisión internacional que “hasta el día de hoy se han portado a la altura, respetando la Constitución y las leyes, ojalá sea así hasta el final de su misión, lo deseo sinceramente”, después de votar en Caracas. Claro, lo dijo después de que en días anteriores declarara que los observadores no estaban facultados para emitir veredictos.
Las elecciones regionales sirven como punto de partida tanto para el Presidente, que busca el levantamiento de las sanciones impuestas, como para la oposición, que vuelve a la vía electoral con la mirada puesta en una elección presidencial “transparente” en 2024, aunque el próximo año tiene la opción de un referendo para revocar el mandato del Ejecutivo.
A estos comicios estaban convocados 21 millones de venezolanos, para escoger a 23 gobernadores y 335 alcaldes.
LEG