Los periodistas Maria Ressa y Dmitry Muratov fueron galardonados con el Premio Nobel de la Paz 2021, en reconocimiento por su valiente labor en aras de la libertad de expresión en Filipinas y Rusia, respectivamente.
La premiación representa un logro para el periodismo libre en esos países, y en el mundo.
Organizaciones a favor de los Derechos Humanos, como Amnistía Internacional, han externado su opinión acerca de este reconocimiento otorgado por el Comité Noruego del Nobel en Oslo a inicios de octubre.
“La concesión del Premio Nobel de la Paz a Maria Ressa y Dmitry Muratov es una victoria no sólo para el periodismo crítico independiente en Filipinas y Rusia, sino para la lucha por la justicia, la rendición de cuentas y la libertad de expresión en el mundo”, señaló Agnes Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
Maria Ressa ha emprendido la ardua labor de “salvar” el periodismo en Filipinas durante más de 30 décadas. Es cofundadora del sitio web de noticias Rappler, desde donde se ha criticado rigurosamente al presidente filipino Rodrigo Duterte y su llamada “guerra contra las drogas”, en la que Ressa ha exhibido mundialmente la corrupción, abusos de poder y violaciones contra los Derechos Humanos.
Por su parte, Dmitry Muratov es un referente de la prensa libre en Rusia. Con su periódico independiente Novaya Gazeta ha defendido durante décadas la libertad de expresión, aún cuando se enfrenta a un entorno cada vez más peligroso para la prensa en el país. A pesar de la represión y ataques constantes en contra del periódico (seis de sus reporteros han sido asesinados), Muratov continúa informando sobre la corrupción que gira en torno al poder.
“Las autoridades rusas y filipinas deben tomar nota de la concesión del Premio Nobel de la Paz a Dmitry Muratov y Maria Ressa, y acabar con su implacable ataque contra la libertad de prensa”, exhortó Amnistía Internacional.
Es la primera vez que el Premio Nobel de la Paz se otorga a periodistas, una victoria no sólo para los galardonados, sino para todos quienes cargan con la bandera de la libertad de expresión, aún en las condiciones más adversas.
LEG