En la sesión solemne para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer la activista Olimpia Coral Melo Cruz pidió, ante el Pleno de la Cámara de Diputados, que las causas feministas dejen de usarse como botín político.
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En un discurso de casi media hora, Melo Cruz, quien a raíz de una situación personal impulsó la creación de la llamada ley Olimpia, la cual castiga la difusión sin consentimiento de material sexual, reprochó por igual posturas contra la legalización del aborto, como las expresiones que condenan la violencia con la que se manifiestan en las calles sus compañeras.
La joven, quien además fue incluida en la lista de las cien personas más influyentes del planeta según la revista estadounidense Time, pidió y logró poner de pie a todos los legisladores “para que cuestionen el sistema patriarcal y usen su poder a nuestro favor y en su caso lo cedan como un acto de empatía para quienes nunca podrán estar aquí como yo y como ustedes”.
“No vengo a que me aplaudan, no vengo a que me escuchen. Quisiera pedirles desde mi corazón y con la única arma que tengo, que es mi voz, que se levanten. Levántense todos. Levántense por favor, levántense. Levántense, diputadas y diputados. Les pido por favor, con todo mi corazón, mi cariño y mi empatía y respeto a ustedes que se levanten. Les pido que se levanten de la curul, y ahí de pie y firmes que cuestionen al sistema patriarcal.
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“Les pido que no solo nos nombren, sino que usen su poder a nuestro favor y, en su caso, lo cedan como un acto de empatía para quienes nunca podrán estar aquí como yo y que, como ustedes, y que por desgracia la impunidad les ha arrebatado a sus hijos, a sus hijas, a sus hermanas, a sus primas, a sus esposas, a sus madres, a sus amigas. No alcanzan las palabras para describir lo que sentimos”, dijo la activista.
Les dijo que no necesitan ser llamados aliados de la lucha feminista, ni reconocimientos o un lugar en sus contingentes de lucha.
“Ser provida, escúchenme bien, ser provida es donar órganos, donar sangre, adoptar y no comprar animales, no obligar a una niña de 12 años a parir. No somos asesinas, asesinos son ustedes, del aborto clandestino las que mueren son mujeres.
“Tener conciencia también es dejar de romantizar como amor incondicional el servirle a los hombres, porque los factores de empobrecimiento de las mujeres son por las dobles jornadas de trabajo de ser madres, abuelas, esposas, diputadas, servidoras, hermanas, sirvientas, porque detrás de los médicos, detrás de los arquitectos, detrás de los políticos, detrás de los constructores, detrás de los abogados, de los empresarios, de los señoritingos del poder, está una mujer precarizada sirviendo con el doble discurso de la entrega incondicional”, expuso Melo Cruz.
Tener conciencia, continuó la activista, es reconocer la pedofilia y rechazar la venta de niñas en Guerrero y llamarles proxenetas y no suegros.
Cuestionó también la vulnerabilidad de las feministas ante el crimen organizado y la persecución del Estado.
“Tener conciencia es dejar de ver la iconoclasia como amenaza, porque no puede ser que nos indignemos más por una pared o por un monumento, que por la violencia que vivimos las mujeres.
“Tener conciencia es no criminalizar la protesta y, en su lugar, pensar que el pueblo consciente se une al contingente”, expresó.
GR