“Vas a estar bien; a mí sólo me dolió la cabeza, tú estás joven”, le decía una madre a su hijo adolescente como para calmar su nerviosismo mientras iban en la fila para acceder al centro de vacunación contra el Covid-19 instalado en la Biblioteca José Vasconcenlos, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Escenas similares se vieron durante el segundo día de inmunización para adolescentes de 15 a 17 años en el Centro de Estudios Navales en Ciencias de la Salud (Censis), de la Secretaría de Marina, en Coyoacán, y en la Escuela Nacional Preparatoria Número 5 de la UNAM, en Tlalpan.
“Fueron tres horas las que estuve formado, aunque llegamos temprano”, dijo Daniel Castillo, quien arribó pasadas las nueve de la mañana a la Vasconcelos.
Otros jóvenes reportaron situaciones similares. Contaban que la larga espera les hacía volar su imaginación y de pronto afloraba el temor a ser vacunados.
No obstante, pese a los nervios, los adolescentes no desertaban y las filas en lugar de reducirse aumentaban, pues los jóvenes seguían llegando y se formaban entre las calles de la colonia Guerrero.
En tanto, afuera del Cencis de la Marina, Marco preguntaba a los voluntarios dónde comenzaba la fila y en respuesta le decían que debía caminar 10 minutos sobre Calzada de la Virgen.
“¡Formatos, lleve sus formatos!”, gritaban los comerciantes mientras de los puestos callejeros se despedía un olor a comida.
“Según vinimos temprano para salir temprano, pero ni se ve dónde está la fila”, se quejaba una madre por teléfono. “La fila está como de tres kilómetros, mejor te mando mensaje cuando salgamos”, finalizaba la llamada.
La situación no era muy diferente en la Prepa 5, aunque tras la larga espera, Abigail, de 16 años, estaba contenta de ser inmunizada: “Ya nos tocaba; todos ya se habían vacunado y nosotros no y ya estábamos empezando a ir a la escuela. Me siento segura, pero no pienso relajar las medidas sanitarias”.
CIFRA:
*380,000 adolescentes
serán inmunizados contra el coronavirus en la CDMX
LEG