Hace siete años la última guerra de Europa culminó con la anexión rusa de la Península de Crimea, pero la tensión no hizo más que crecer, y no zanjó las diferencias la llegada al poder en 2019 de Volodímir Zelenski en Ucrania, el otro país que disputaba el territorio estratégico para el acceso a Europa.
Hoy en día, como desde 2015, hay preocupación por continuar esa guerra en las fronteras de dichas naciones, pues la herida no cerró bien, y la comunidad internacional no reconoce la anexión. La línea divisoria se convirtió en trinchera.
Un enfoque realista de las relaciones internacionales estipula que el Estado más fuerte siempre gana, se impone a través de la fuerza militar o por influencia, y ese es el reclamo de Vladimir Putin a Estados Unidos, a quien acusa de actuar a través de la Ucrania de Zelenski para desequilibrar el pacto.
En tanto, el presidente ucraniano solicitó negociaciones directas con Rusia para parar el conflicto en el este del país, donde su gobierno combate desde 2014 a los separatistas prorrusos, encendidos desde hace siete años.
Las renovadas tensiones entre Moscú y Kiev en la frontera oriental de Ucrania protagonizan gran parte de una reunión de la OTAN en Riga, Letonia. “Estamos profundamente preocupados por las pruebas de que Rusia ha hecho planes para llevar a cabo acciones agresivas significativas contra Ucrania (…) incluyen esfuerzos de cara a desestabilizar Ucrania desde dentro y operaciones militares a gran escala”, declaró el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken.
Desde su bando, el presidente Putin instó a Occidente a alcanzar acuerdos “concretos” excluyendo la ampliación de la OTAN hacia el Este y el despliegue de su armamento cerca de las fronteras rusas, con negociaciones “de fondo”.
Mientras eso sucede, o no… y con más de 115 mil soldados rusos desplegados en la frontera, el mundo permanece atento a una eventual invasión armada.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
FRASE
“Cerremos este tema, es nuestro país y tenemos que luchar por nuestros territorios lo mejor que podamos (…) Tenemos que decir la verdad, que no podremos parar la guerra sin negociaciones directas con Rusia”
Volodímir Zelenski
Presidente de Ucrania
De ambos países, llegan más soldados
Con 115 mil soldados rusos vigilando la línea fronteriza con Ucrania, la nación de Vladimir Putin también acusa a su vecino, exintegrante de la URSS, de “fortalecer sus capacidades militares”.
Así lo expresó desde Moscú la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, María Zajarova: “Traen equipos pesados y personal (…) unos 125 mil soldados, la mitad de las Fuerzas Armadas ucranianas están cerca de las fronteras”.
Mientras eso pasa, el temor de un ataque crece en el mundo, conforme se incrementa la presencia de soldados de ambos bandos.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
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