Un 4 de diciembre pero de 1915, el fundador de la compañía Ford Motor Company, Henry Ford, zarpó en barco teniendo como contexto la Primera Guerra Mundial, su intención era promover la paz pero la historia se desarrolló de otro modo.
Este viaje que inició en Nueva Jersey con rumbo a Europa era crear publicidad entre las naciones con conflictos para promover la paz, Ford tenía fe en que podía convencer a los líderes de Europa sobre detener la Primera Guerra Mundial.
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“Si puedo hacer que los automóviles funcionen”, preguntó retóricamente a un periodista en ese momento, “¿por qué no puedo alejar a esas personas de la guerra?”, dijo Ford a la prensa.
Bajo el lema “Salir de las trincheras para Navidad y no volver nunca”,el magnate reunió a treinta estudiantes universitarios y algunos activistas por la paz, convencido de que lograría hacer entablar diálogo con los países en guerra.
A bordo del “Oscar II” también llamado “el Barco de los tontos”, el magnate fue recibido con frialdad a cada lugar que llegó y a pesar de soportar burlas, insultos y críticas, la misión no fue más que un fracaso.
Tres semanas después de zarpar, Ford se bajó del “Barco de los tontos”, su versión fue haber encontrado una fuerte gripe, aunque también existe la teoría de haber tratado de recuperar su prestigio y mantener el de su empresa.
Tras la salida de Ford los líderes europeos se negaron a realizar más reuniones con los delegados de paz y la expedición perdió todo el sentido.
El costo del viaje fue de aproximadamente medio millón de dólares de entonces, el empresario necesitaría dos años para pagar su deuda por una causa fallida.
Finalmente el panorama no fue tan oscuro para el magnate pues cuando Estados Unidos entró en guerra en 1917 fue su empresa una de las productoras de munición.
GR