Pese al reforzamiento de la seguridad en varias entidades del país con elementos del Ejército y la Guardia Nacional, 2021 fue un año marcado por hechos de violencia entre cárteles del crimen organizado que dejaron miles de desplazados en Tierra Caliente, Michoacán; cuerpos colgados en Zacatecas; policías emboscados en el Estado de México; miles de fosas con restos humanos en Jalisco, así como decenas de desaparecidos en Nuevo León, Tamaulipas y Guerrero.
La disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el grupo Cárteles Unidos de Michoacán provocó el éxodo, desde inicios de 2021, de miles de habitantes de municipios como Aguililla, Tepalcatepec, Apatzingán, Coalcomán y Buenavista Tomatlán, quienes huyeron ante el clima de inseguridad, bloqueo de caminos y ataques mediante drones a la población civil.
En Zacatecas, la violencia se recrudeció por la pugna entre el Cártel de Sinaloa y el CJNG por el control en la entidad y el 13 de agosto aparecieron nueve cuerpos colgados de un puente vehicular, a lo que siguieron balaceras, ataques y enfrentamientos.
En Jalisco, la aparición de fosas clandestinas fue una constante. Tan solo en los primeros cuatro meses de 2021, fueron localizados 97 lugares donde se hallaron restos de cuerpos y restos enterrados, además del registro de 32 descuartizamientos, destrucción de cadáveres y 16 calcinados, según la organización Causa en Común.
En tanto, el 19 de marzo un grupo criminal emboscó a un convoy de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) y de la Fiscalía General de Justicia estatal en Coatepec Harinas, acción que dejó 13 afectivos muertos.
A su vez, organizaciones alertaron -en mayo- sobre al menos 50 desapariciones en un campo de exterminio, ubicado en la carretera federal Monterrey-Nuevo Laredo, hechos que fueron confirmados por la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de Búsqueda, tras el hallazgo de restos humanos calcinados, un crematorio y fosas clandestinos en el lugar.
LEG