El estrés y salud mental en deportistas son dos temas que quedaron expuestos en los Juegos Olímpicos de Tokio, tras la renuncia de Simone Biles a las finales de gimnasia.
La atleta estadounidense dejó atrás la posibilidad de sumar cuatro preseas a su ya destacada trayectoria olímpica, para buscar algo que anhelaba aún más. Su paz mental.
«Mi salud física y emocional cuentan más que todas las medallas que podré ganar nunca», mencionó la gimnasta en entrevista con New York Magazine.
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En su charla, Biles admitió que debió renunciar a su participación en Tokio-2020 «mucho antes» de la cita olímpica.
«Si miras todo lo que he pasado durante los últimos siete años, nunca debí integrar otro equipo olímpico. Lo debería haber dejado mucho antes de Tokio», aseguró.
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— Simone Biles (@Simone_Biles) December 22, 2021
En 2018, Simone Biles reveló que fue víctima de abuso sexual por parte Larry Nassar, exmédico del equipo de gimnasia de Estados Unidos, quien cumple una cadena perpetua por agresiones sexuales contra más de 250 gimnastas.
La secuela de los abusos habrían sido el detonante en el deterioro de su salud mental, aunque en un principio intentó ignorarlo.
“No quería dejar que me quitara algo en lo que llevo trabajando desde que tenía seis años. No iba a permitir que me privara de esa felicidad. Así que lo superé todo el tiempo que mi mente y mi cuerpo me lo permitieron», admitió.
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Su decisión de abandonar las pruebas finales en la justa olímpica llegó cuando su estado emocional se manifestó de forma física. Con “twisties”.
Es el nombre con el que se refiere al bloqueo mental que provoca que los gimnastas pierdan el control de sus cuerpos mientras están en el aire.
Giros a destiempo, caídas inestables y salidas sucias fueron algunos de los efectos manifestados en el cuerpo de Biles.
.@Simone_Biles is TIME’s 2021 Athlete of the Year.
With the eyes of the world upon her, she took the extraordinary step of saying: That’s enough. I’m enough #TIMEPOY https://t.co/2n9WUq7xNq pic.twitter.com/b6HgzNqwpF
— TIME (@TIME) December 15, 2021
“Es un milagro que aterrizara de pie. Si fuera cualquier otra persona, habría salido en camilla. Tan pronto como aterricé, fui y le dije a mi entrenador: no puedo continuar”, recordó.
Fue tras esa sensación en el aire durante una de sus pruebas que decidió anunciar su renuncia a las rondas finales de la justa olímpica.
El gesto de la gimnasta la llevó a ser reconocida como ‘atleta del año’, por la revista Time. Su decisión la convirtió en un referente deportivo para visibilizar los problemas de salud mental, sin estigma.
Simone Biles se despidió de Tokio 2020 con un oro y un bronce, aunque su mayor victoria la consiguió fuera del área de prueba.
RC
