Son los significados sociales y culturales que se entiende por finalizar un año, más allá de que este solamente sea agregar un número más al calendario, múltiples rituales que las personas realizan para que el año por empezar atraigan la buena fortuna, el amor, dinero o éxito en el trabajo, pero, ¿de dónde provienen estos rituales?.
Existen rituales de cada cultura particular y México ostenta algunos de los más vistosos, como el correr con las maletas para asegurar viaje, reflejarse en un bale de agua para purificarse, aventar monedas en una esquina de la sala para asegurar dinero o barrer la banqueta para espantar todo lo malo, donde estos son más parte de una cultura y tradición.
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Aunque no todos son parte de una tradición festiva, por ejemplo, uno de los más conocidos rituales es el de comer 12 uvas en representación de cada mes con un propósito especial, pero la realidad parecía ser otra, cerca del año 1880 la clase burguesa de España, con tal de buscar una similitud con la sociedad francesa, comenzó a celebrar la nochevieja comiendo uvas y bebiendo vino, esto en señal de poderío económico, tornando así a la uva como un signo de riqueza y prosperidad.
Otra teoría sugiere que, en España también, durante 1909 existió un excedente de uva blanca, la cual fue adoptada como símbolo de buena suerte para quien la consumiera, tradición que persiste actualmente.
Otro deseo popular de las celebraciones de año nuevo es tener suerte en el amor, por lo que si tienes pareja, debes besarla a media noche, esto para tener un año nuevo con mucho amor, teniendo este un significado más místico y personal.
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¿Colores?, pues si, todos conocemos la tradicional idea de se debe portar alguna prenda de color rojo o amarillo. Por varias razones el color rojo ha sido asociado históricamente a la vida, pasión o buena suerte, aunque durante la edad media el color rojo fue asociado con la brujería o actos herejes, hecho por lo que debía ser escondido en público, así que entre la clase noble se adoptó la tradición de la ropa interior color roja.
Hecho similar con el color amarillo, aunque este proviene de tradiciones de China, donde este color se asocia con la buena suerte y en América latina con abundancia y dinero.