Foto: Especial Según la especialista en el tema operístico, por desgracia casi nadie estudia la ópera mexicana en este país  

“Antes de llamarnos México, ya hacíamos ópera”, asegura Enid Negrete, doctora en Artes Escénicas por la Universidad Autónoma de Barcelona y curadora del Seminario Permanente de Ópera Mexicana del país, que se realizará en línea del 17 al 22 de enero de 2022 para estudiar los antecedentes músico-escénicos del mundo precolombino, además del complejo y multifacético nacimiento de la ópera en toda Hispanoamérica.

“Cuando me vine a Barcelona, me sentía muy cansada de la manera en que se hacía la ópera en México, fue aquí trabajando con los archivos de los teatros más importantes de España, donde me di cuenta del enorme valor que tiene nuestra tradición operística del cómo tenemos más de 150 años exportando voces al horizonte internacional de la ópera
consiguiendo lugares importantes y cómo nosotros mismos somos quienes no la valoramos y no la estudiamos”, dice a 24 HORAS, la investigadora, Enid Negrete.

Según la especialista en el tema operístico, por desgracia casi nadie estudia la ópera mexicana en este país, lo cual pareciera complicado de entender pues primero se estudia la obra de cualquier compositor extranjero, que los nacionales.

“Esto es una de las cosas que queremos cambiar, pues contamos con algunos de los mejores intérpretes del mundo, pero también con grandes compositores que son desconocidos; su legado es enorme pero no ha sido ni valorado, ni salvaguardando en el
tiempo”, añade Negrete.

ANTE LOS OJOS DEL MUNDO

Según la perspectiva de Enid Negrete, desde España, México es mucho más que un país turístico, es una potencia cultural milenaria pero somos los mismos mexicanos los que no hemos sabido valorarlo e inclusive la desconocemos.

“Y esto me parece quizá lo más grave, entonces es desde aquí que intentamos dar una visión distinta, una visión diferente de lo que en realidad ha sido y es México, más allá de la idea de las narco series. Nuestro país siempre ha tenido grandes voces, excelentes compositores y directores de escena, así que uno no entiende por qué la ópera ha sido siempre relegada a una elite o una idea de clase social.

“En el siglo XIX la ópera cumplió un papel enorme en la consolidación de la idea del país, es
decir la de una patria civilizada. En el siglo XVIII la ópera se conformó como una de las herramientas para decir que nosotros, los mestizos y la gente de las culturas originarias, eran seres humanos con alma, con propuestas y de más, una de las herramientas para lograrlo fue la ópera.

“Entonces me parece una cosa muy poco comprensible, el asignarle un carácter elitista, cuando nuestros compositores han escrito para todos los mexicanos y no para un partido político, ni para una clase social y mucho menos para una política cultural, abordando temas de relevancia social, propuestas extraordinarias sobre el feminicidio o la desaparición de mujeres, la migración ilegal, óperas que se han estrenado antes en el extranjero que en nuestro propio país y esto es una verdadera barbarie”, sentencia.

De la misma manera menciona todas las investigaciones realizadas como las de Gabriel Pareyón sobre las culturas originarias de México que dieron pie a obras extraordinarias, como Xochicuicatl Cuecuechtli, la ópera en lengua náhuatl, escrita para instrumentos precolombinos estrenada en México en 2014 con un éxito increíble.

“Esto es difícil de comprender y ahora es el gran reto que deben enfrentar las siguientes generaciones en México”.

CREADORES HEROICOS

En la actualidad hay muchas grandes voces que están trabajando en las casas de ópera extranjera como Rebeca Olvera, María Katzarava, Ramón Vargas, Rolando Villazón, Javier Camarena y más.

“Pareciera que triunfar en el extranjero es lo que realmente le da validez a los cantantes y compositores que incluso hace que se vuelvan la cara publicitaria de un producto como Rolex, pero en cambio en México nadie los conoce, es una tristeza que lamentablemente sucede muchísimo”, agregó Negrete.

En retrospectiva, antes de la pandemia, en 2019 sólo hubo 16 funciones de ópera en un año, siendo la propuesta más baja vista en la historia de la ópera en México.

“Si comparamos esto con la temporada de 1961 donde se dieron más de 80 funciones en un año, es alucinante que no estemos haciendo ni la mitad de lo que se hacía en la década de los 60 u 80, por lo que es un problema muy serio y complejo que tiene que ver con la burocratización de una institución que nació precisamente para llevar la cultura a todos los estratos sociales.

“A eso se le añade, el cómo van a tener trabajo los cantantes si las producciones son cuatro, en las que hay ocho contrataciones extranjeras, así como la falta de apoyo a nuestros compositores mexicanos, pues hay muy pocas estructuras en las que pueden
moverse.

“A pesar de eso ganan premios en el extranjero, hacen producciones interesantes fuera de la Ópera de Bellas Artes y están creando en una postura heroica ante los ojos del mundo, pero que en nuestro país no es tomada en cuenta”, finalizó la también Presidenta de la Fundación Arte contra Violencia dedicada a apoyar a los artistas de escasos recursos.

 

AN inicia temporada 

El Auditorio Nacional reiniciará sus actividades el 8 de enero, con la proyección de la aclamada puesta en escena La flauta mágica de Wolfgang Amadeus Mozart. La aclamada producción de Julie Taymor.

El ciclo En vivo desde el Met de Nueva York, Temporada 2021-2022 tiene funciones programadas hasta el sábado 4 de junio, con piezas como Cenicienta, Rigoletto, Ariadna en Naxos, Don Carlos, Turandot, Lucia di Lammermoor y Hamlet.

Todas estas grandes piezas del repertorio operístico se proyectarán los sábados a las 11:55 horas en el Auditorio Nacional. Y los boletos tienen un costo desde 85 y hasta $600 pesos.

LEG