Gustavo Rentería

Al presidente de la República le gusta el baseball. Por cierto, la Serie del Caribe se celebrará este año en Santo Domingo, República Dominicana. No tengo duda que estará con un ojo al gato y otro al garabato: trabajando en Palacio y escuchando por la radio las narraciones.

La ceremonia de inauguración será el viernes 28 de enero antes del juego estelar entre México y el país anfitrión. Participarán también las selecciones de Puerto Rico, Panamá, Colombia y Venezuela. Las semifinales serán el 2 de febrero, y la gran final el jueves 3 de febrero.

El objetivo del juego es golpear la pelota con un bate, desplazando la pelota a través del campo y correr por “infield” buscando alcanzar la mayor cantidad de bases posibles, hasta dar la vuelta a la base desde donde se bateó (home) y, lograr anotar el tanto conocido como carrera.

El home run en el “rey de los deportes” es un “hit” de cuatro bases resultando una carrera o bien, impulsar a los corredores que ese encontraban esperando avanzar. El cuadrangular es una de las jugadas más esperadas y aplaudidas por los aficionados.

Andrés Manuel López Obrador puede hacer Grand Slam (con bases llenas) porque tiene una “bola lenta” política: deshacerse de una vez por todas de Cuauhtémoc Blanco.

En una fotografía en poder de El Sol de México se observa al gobernador de Morelos junto a Irving Eduardo Solano, jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Homero Figueroa, líder de Los Tlahuicas, y Raymundo Isidro Castro, dirigente asesinado del CJNG.

El colega (reportero investigador) Rivelino Rueda recordó que el 1 de octubre de 2018, en su mensaje ante el Congreso local, tras su toma de protesta como primer mandatario de Morelos, el exjugador de fútbol dijo que defendería a la entidad como defendió la camiseta de la Selección Nacional.

Unos meses después de comprometerse a desterrar la corrupción y la violencia, y salir investido como titular del Ejecutivo, habría recibido en su residencia lujosa de Tabachines a tres líderes de grupos criminales, como lo demostraría la foto que se publicó en primera plana del diario.

¿Financiaron su campaña? ¿Son esos grupos delictivos los que realmente mandan en la entidad? ¿El Cuauh es un empleado de las bandas de narcotráfico que operan en la zona? ¿Tienen los morelenses a un narco-gobernador? ¿En la membresía de la Conago hay un traficante de drogas?

El sábado 6 de noviembre pasado, elementos de la Secretaría de Marina detuvieron en el municipio de Oaxtepec a Esther Yadira Huitrón Vázquez (La Jefa), presunta cabecilla del grupo criminal Guerreros Unidos, organización delincuencial que controla la zona sur de Morelos, explica en su nota Rivelino.

Entre los objetos decomisados a la “narca” está su teléfono celular. En el aparato fueron encontradas fotografías donde posa el autor de la “cuauhtemiña” con los criminales.

Más claro ni el agua: aunque diga el gobernador que le piden muchísimas fotos y que no pregunta ¿oye a qué te dedicas?, y que no se acuerda de esos señores, estamos ante una muestra más del estado controlado por los que matan, causan sufrimiento, secuestran, violan, y tiene al país de rodillas.

Ha dicho mil veces el presidente de la República que nadie está por encima de la ley y que se acabó el país de los intocables. Es la hora de demostrarlo.

¡Saque la pelota del estadio señor Presidente! Tiene la gran oportunidad de quitarse a un estorbo para el proyecto político que encabeza, y demuéstrenos que su Gobierno de verdad combate a la corrupción.

Tiene el control para poner al gobernador interino que decida y que concluya el mandato del impresentable. Confirme lo que nos dijo en su toma de posesión: “Yo sólo respondo por mi hijo Jesus Ernesto, que es menor de edad.”

Presidente, regálele a México un home run y deshágase del narco gobernador de Cuauhtémoc Blanco. Defenderlo en una “mañanera” será una base por bola al narcotráfico.

 

*Periodista, editor y radiodifusor

@GustavoRenteria

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