Karina Aguilar

 

Este fin de semana México superó el récord de contagios diarios al alcanzar más de 30 mil casos de Covid-19 en 24 horas.

Tal como se advirtió, con la presencia de Ómicron en el país los casos subieron como espuma, mientras que en Navidad se reportaron 3 mil 500 contagios, para el 31 de diciembre estos ya se habían convertido en 10 mil; y las autoridades llamaban a la verbena y pedían no alarmarse.

Pero en siete días éstos 10 mil se multiplicaron para alcanzar 30 mil 118, la cifra más alta en lo que va de la pandemia; mientras el secretario de Salud, Jorge Alcocer, recomendó que a los niños con Covid les dieran tés y aplicaran Vaporub para una buena recuperación.

Y del subsecretario López-Gatell ni hablamos…pues le dio “catarro”.

La extrema confianza del gobierno de México respecto a que el Covid que causa la variante Ómicron es “más leve”, además de generar miedo, resulta negligente.

La realidad una vez más alcanzó al Gobierno que ahora está padeciendo la escasez de pruebas, además, el exceso de contagios está generando un caos en el sector aéreo, el cual ha tenido que cancelar decenas de vuelos porque su tripulación tiene Covid.

Se entiende que un nuevo cierre de actividades económicas sería un severo revés para la economía mexicana que, de por sí no logra recuperarse; pero mantener el mismo nivel de aforo en lugares públicos, incentivar las reuniones, realizar eventos masivos y pedir a los ciudadanos no alarmarse, es irresponsable.

Así como en las aerolíneas, el Covid también llegará a los restaurantes, tiendas, transporte público, centros de trabajo y escuelas, lo que entonces sí, ocasionará una verdadera caída económica; de ahí la importancia de volver a restringir algunas actividades y anteponer el interés mayor a los intereses populistas y electoreros.

El Covid-19 ha alcanzado a prácticamente todas las familias del país, todos conocemos a un familiar o un amigo contagiado por lo que resulta necesario y urgente que cada uno tome las medidas necesarias para prevenir la enfermedad.

Las autoridades han insistido en que Ómicron ocasiona una enfermedad leve -leve dependiendo de a quién le toque- y aseguran que ataca más a los no vacunados.

Nada más falso, Ómicron, Delta o como se apellide, su nombre sigue siendo Covid-19 y es grave para todos, genera secuelas y ataca lo mismo a niños, adultos, vacunados y no vacunados.

De acuerdo con proyecciones del Instituto de Métricas y Evaluación de la Universidad de Washington, esta cuarta ola podría ser tres veces mayor a la tercera de agosto pasado, tanto en contagios como en hospitalizaciones.

El Covid-19 está a la vuelta de la esquina, prevenirlo es nuestra responsabilidad, ¡cuidémonos!

Y en Pregunta Sin Ofensa:

¿Qué tienen en común los estados de Morelos, donde su gobernador se toma fotos con líderes del crimen organizado; Zacatecas, donde dejan más de 10 cuerpos afuera del Palacio de Gobierno; y Veracruz, donde en dos días aparecieron 13 cuerpos con signos de tortura? En todos ellos, gobierna Morena.

 

@aguilarkarina