RUBÉN RUIZ GUERRA
Director del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe
Un millón cien mil seres humanos, es decir, 6.2 por ciento de los más de 17.4 millones de habitantes del Ecuador pertenecen a pueblos originarios. La mayoría de ellos están aglutinados en la organización indígena más importante de ese país, la CONAIE, Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador. Ésta fue fundada en 1986. Sus objetivos, tal como lo señala su sitio web, son “consolidar a los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador, luchar por la tierra y territorios indígenas, luchar por una educación propia, luchar contra la opresión de las autoridades civiles y eclesiales, (…) contra el colonialismo y por la dignidad de pueblos y nacionalidades indígenas”.
En la actualidad, esta organización comprende 15 nacionalidades indígenas, 18 pueblos originarios y más de 10 mil comunidades. Desde su creación, ha tenido un papel muy importante en la vida política de ese país. Ha participado de una manera activa y determinante en diversos procesos políticos, lo que se ejemplifica con su papel en la caída de, al menos, tres presidentes constitucionales.
La CONAIE tuvo un papel muy significativo en el levantamiento del año 2019 contra las medidas tomadas por el Gobierno, entonces encabezado por Lenín Moreno. Éste, entre otras cosas, había decidido solicitar un importante crédito al Fondo Monetario Internacional, incrementar significativamente los precios de los combustibles y liberalizar la legislación del trabajo. En las elecciones de 2021, el brazo político de esta organización indígena, Pachacutik, con su candidato Yaku Pérez, estuvo muy cerca de alcanzar la segunda vuelta de la elección presidencial y conquistó en el Congreso una presencia mayor (27 diputados) que la del Partido de quien alcanzara la presidencia en segunda vuelta, Guillermo Lasso (CREO, 12 diputados).
Actualmente, en el contexto de un gobierno particularmente débil, como el de Lasso, esta organización ha jugado un papel muy importante con su defensa de intereses populares. Su actual presidente, Leonidas Iza, sostiene que sus principales demandas son: defender los derechos colectivos de los pueblos, garantizar precios adecuados a los alimentos producidos por los campesinos, garantizar educación intercultural, mejorar la salud pública, obtener el reconocimiento de la justicia comunitaria y la creación de una sociedad más incluyente.
Se plantea también la lucha en contra del modelo extractivista, del incremento de la deuda externa y de políticas que mantengan o aceleren el cambio climático. Aspiran, sostiene el mismo Iza, a generar un movimiento de unidad continental y la creación de un “parlamento intercultural internacional de los pueblos”. Su fuerza, a decir del actual presidente de la CONAIE, está en que “nunca actuamos de manera individual”, sino sometiendo a procesos colectivos -por medio de asambleas-, la toma de decisiones. Como una medida de presión, desde el 27 de noviembre se retiraron de la mesa de negociaciones con el Gobierno, ante la falta de resultados de esos diálogos.
ruizg@unam.mx