Con la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de enviar a un representante de México a la toma de protesta de Daniel Ortega en Nicaragua, se inició mal el año en política exterior, aseveró la secretaria de Asuntos Internacionales del Comité Directivo del PAN, Mariana Gómez del Campo.
La también diputada federal lamentó que la diplomacia mexicana haya arrancado 2022 con el “pie izquierdo” debido a la decisión del Presidente, tomada durante su conferencia matutina, pues al contravenir las resoluciones de sus secretarios de Estado les resta credibilidad.
Lo que demostró es que vale más su obstinación y necedad y sienta un grave precedente en las relaciones internacionales del país.
“México se encuentra sumido en una crisis económica, política y social, así como de política exterior, ayer (el lunes) mientras el canciller hablaba de que la prioridad para el Presidente es reducir la violencia y garantizar la seguridad de las personas, López Obrador demostraba todo lo contrario.
“Decidió que habría representación mexicana en la farsa de toma de asunción al poder de Daniel Ortega, dejando muy claro que, para él, la política exterior es un tema más que puede resolver en sus Mañaneras, porque no le importa, no la conoce y no sabe”.
En Acción Nacional, insistió, manifiestan un total repudio a la representación que tuvo México en la legitimación del Gobierno de Nicaragua.
LG