Con la llegada de Javier May a la dirección del Fondo Nacional de Promoción Turística (Fonatur) y, con ello, a la cabeza de la construcción del Tren Maya –que este año cuenta con un presupuesto de casi 63 mil millones de pesos– el Gobierno de México apuesta para concluir esa obra antes de que termine el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
El Tren Maya es –junto con la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles y el Tren del Istmo– uno de los cuatro proyectos de infraestructura emblemáticos de esta administración.
Sin embargo, al igual que los otros, enfrenta no solo cuestionamientos de opositores políticos, sino también acciones jurídicas de organizaciones ambientales, de pobladores de algunas de las comunidades de los cinco estados que atravesará, cambios de ruta y hasta observaciones del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Entre los imprevistos están los hallazgos arqueológicos en el tramo 3 y la modificación del trazo del tramo 5 sur, el cual pasaría originalmente en medio de la carretera y ahora pasará del otro lado de los hoteles de playa.
Es tanto el interés del Ejecutivo por concluir este proyecto que su presupuesto pasó de 36 mil millones de pesos en 2021 a casi 63 mil millones para este año, y su inversión total se estima en 161 mil 356 millones de pesos.
Ayer, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, aseguró que este medio de transporte ya cuenta con la liberación de “gran parte” del derecho de vía y estará listo para 2023.
Sobre May, expresó que es un político experimentado, y que pocos sabían que tiene una larga carrera pública municipal y estatal: “El que coordine los trabajos del Tren Maya es un orgullo, no se necesita que sea un ingeniero en vías férreas, lo que se necesita es que haya capacidad y honestidad”.
May no cuenta con experiencia en cargos relacionados con promoción turística o de infraestructura. Fue presidente municipal de Comalcalco, Tabasco, de 2007 a 2009 y, nuevamente, de 2016 a 2018.
En 2001 fue diputado local en Tabasco y en 2018 alcanzó un escaño en el Senado, pero pidió licencia para ocupar el cargo de subsecretario en Bienestar, donde coordinó el programa Sembrando Vida.
Fue nombrado por López Obrador como titular de Bienestar luego de no aceptar su renuncia por la polémica con la entonces secretaria, María Luisa Albores, a quien acusó de llevar a cabo acciones unilaterales que impedían la operación eficiente de Sembrando Vida.
PERSITEN CRÍTICAS A PROYECTO
Al respecto, el diputado federal Gabriel Quadri (PAN) dijo que “es increíble que se ponga a cargo de Fonatur a una persona que ni siquiera ha terminado la preparatoria, una persona totalmente inepta, incapaz, impreparada”.
Señaló que el único mérito de May es ser amigo del Presidente y ser tabasqueño “es algo vergonzoso, ridículo y que llena de oprobio al Gobierno mexicano”.
Sobre el Tren Maya, Quadri insistió en que es un proyecto totalmente absurdo, mitómano, megalómano y emprendido sin ningún estudio de factibilidad ni de mercado que significará un “gigantesco daño patrimonial a la Nación”.
El 15 de noviembre de 2019, el Gobierno federal inició un proceso de consulta indígena simultánea en varios municipios del sureste mexicano sobre el Tren Maya.
Sin embargo, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas calificó como negativo el ejercicio al considerar que no cumplía con los estándares internacionales a los que México se había comprometido en la materia.
“Según la información recibida, el proceso habría sido impuesto para legitimar el proyecto, siendo que la decisión estaba ya tomada al margen del consentimiento de las comunidades. No habría sido culturalmente adecuado”, indica la carta de relatores de derechos humanos de la ONU al Gobierno de México.
En consecuencia, señaló el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), integrantes del pueblo maya peninsular y ch’ol interpusieron una demanda de amparo ante el Poder Judicial y lograron la suspensión del proyecto en el municipio de Xpujil, Campeche.
La respuesta, asegura esta organización civil, es que el Estado ha estigmatizado y criticado a los defensores y se ha rehusado a acatar la suspensión judicial.
Para el CEMDA el proyecto del Tren Maya transgrede los derechos humanos y no fomenta la conservación del patrimonio biocultural.
LEG