Foto: AFP Las calles se vuelven de color rosa brillante por los miles de palitos dispuestos meticulosamente para su secado al aire libre  

En Quang Phu Cau, la “aldea del incienso”, en Vietnam, comienza la temporada más ocupada para sus habitantes, artesanos que se dedican a la fabricación del incienso que será quemado durante las celebraciones del Año Nuevo Lunar.

Las calles se vuelven de color rosa brillante por los miles de palitos dispuestos meticulosamente para su secado al aire libre.

Conforme se acerca la fecha, las ventas suben, pero no se comparan con las del tiempo antes de la pandemia. Este año, debido al Covid-19, cayeron 30 por ciento. “Normalmente habría camiones transportando nuestros productos a las provincias. Este año, por la prevención de la pandemia, los camiones no pueden transportar mercancías”, explica Nguyen Thi Luyen, de 59 años.

Familias enteras participan en este antiguo negocio, ya sea cortando bambú, empapando finas tiras en el tinte rosa o enrollando los palitos secos con una pasta de aromas adaptados a cada región.

“Realmente esperamos que las cosas vuelvan pronto a la normalidad”, añora Luyen.

CON INFORMACIÓN DE AFP

 

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