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Foto: Gaceta UNAM Todo individuo, en uso de sus facultades, podría tener a una muerte digna.  

La diputada Beatriz Dominga Pérez López (Morena) presentó una iniciativa para reformar el Artículo 4 Constitucional para que toda persona tenga derecho a optar por una muerte digna cuando su calidad de vida se vea mermada por alguna enfermedad terminal.

Indicó que en México hace falta plasmar en el pacto federal el derecho que todo individuo, en uso de sus facultades, pueda tener a una muerte digna, “así como tenemos ya plasmados nuestros demás derechos, pues así debemos ser capaces de poder vivir con dignidad hasta el último momento”.

Explicó que la Constitución ya otorga en el mismo Artículo 4 el derecho a la protección de la salud sin establecer cuando comienza o termina, pero “se entendería que es desde el nacimiento hasta que fenecemos”.

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Pérez López señaló que en enfermedades terminales hay cuidados paliativos para aminorar los dolores y síntomas, pero ante un inminente desenlace se debería tener la opción de cómo afrontar ese momento.

Asimismo, subrayó que un tratamiento en enfermedad terminal no responde a la curación del paciente y “en muchas ocasiones, a pesar de estos cuidados paliativos, el dolor se torna insostenible, imposible de soportar o controlar, en algunas otras ocasiones perdemos el control de nuestro cuerpo y no somos capaces de valernos por si solos en esos momentos”.

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Al respecto, apuntó que mientras se decide qué es o no un buen morir, los pacientes siguen muriendo en condiciones deplorables y “si pensamos realmente en nuestra muerte, quisiéramos que fuese un ‘buen morir’, que no necesariamente tiene que ver con lo que absurdamente se pretende como ‘lo más rápido posible’”.

Advirtió que se deja de lado que el paciente reclama atención, cuidado y respeto como fin y bien último; lo hace al reclamar su libertad y su dignidad en la dimensión humana para “morir sin conflicto con su realidad, consciente de su finitud, resuelto, encontrándose con la aceptación de su muerte como un límite que lo contiene en la vida y no como un sin límite que lo pierde en el vacío”.

En este sentido, Beatriz Dominga Pérez consideró que se debería tener el derecho “a la dignidad en esta última etapa de nuestra vida, es decir, deberíamos poder tener también una muerte digna”.

JC