Arnold van den Bergh podría haber revelado el escondite de Ana Frank en Ámsterdam para salvar a su propia familia, según una investigación realizada por un exagente del FBI y que fue plasmada en la obra The Betrayal of Anne Frank (La traición de Ana Frank) de la autora canadiense Rosemary Sullivan, que será publicada hoy.
Las alegaciones contra Van den Bergh, que murió en 1950, se basan en evidencias, incluyendo una carta anónima enviada al padre de Ana, Otto Frank, después de la Segunda Guerra Mundial.
El Museo de Ana Frank dijo que la investigación, dirigida por el agente jubilado del FBI Vincent Pankoke, es una “hipótesis fascinante” pero que son necesarias más indagaciones.
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Las teorías sobre cómo llegaron los nazis al escondite que ocupó la familia Frank durante dos años, hasta que fueron descubiertos el 4 de agosto de 1944, abundan, pero el nombre de Van den Bergh no ha recibido mucha atención.
Esta nueva investigación fue realizada a partir de técnicas modernas, incluyendo el uso de inteligencia artificial para analizar enormes cantidades de datos.
Así, se redujo la lista de sospechosos a cuatro personas, incluyendo a Van den Bergh, que fue un miembro fundador del Consejo Judío, una organización que los nazis impusieron a los judíos para organizar las deportaciones.
Los investigadores prefieren que Van den Bergh consiga evitar la deportación, pero que esta orden fue revocada en una fecha cercana a la traición que permitió a los nazis encontrar a la familia Frank.
Tras la redada, la familia fue deportada y Ana y su hermana fallecieron en el campo de Bergen-Belsen al año siguiente. Su padre publicó de forma póstuma su diario, que ha vendido más de 30 millones de copias desde entonces.
LEG