Tres años pasaron y más de doscientas personas se dieron cita ayer en una ceremonia religiosa en memoria de 137 fallecidos en la explosión registrada en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo, el 18 de enero de 2019 en una toma clandestina del ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el kilómetro 226.
Pobladores de la comunidad de San Primitivo, donde tuvo lugar la tragedia que se cuenta, por su fatalidad, como la peor ocurrida en la historia de la entidad, escucharon misa en la que se pasó lista a las víctimas.
Las razones del siniestro, a donde varios acudieron para colectar el hidrocarburo que brotaba masivamente expulsado de la enorme fuga causada por una toma clandestina, aún confrontan a quienes son empáticos con deudos y sobrevivientes, y a quienes señalan la irresponsabilidad de las víctimas.
RECLAMAN APOYO
Mientras, quienes sobrevivieron a la explosión, así como familiares de las víctimas mortales y de quienes ahora viven con graves discapacidades derivadas de las quemaduras, se dicen olvidados por las autoridades y señalan que los apoyos comprometidos en 2020, meses antes de la pandemia, no se han entregado en su totalidad y reclaman, además, que no se haya concluido la construcción del memorial del cual solo se colocó la primera piedra.
En julio de 2019, 68 familias de 11 municipios recibieron 108 becas escolares para menores afectados por la tragedia.
En Tlahuelilpan y Tlaxcoapan, municipios con más afectados por la explosión de hace tres años, la vereda en la que sucedió la tragedia es un campo de cruces y construcciones en recuerdo de seres queridos.
OTRA EXPLOSIÓN
En tanto, la madrugada de este martes se registró un incendio y una explosión en un ducto Pemex en el municipio de Nopala de Villagrán, a causa de una toma clandestina, sin víctimas fatales o lesionados.
El siniestro se reportó en la localidad La Loma y dejó dos camionetas calcinadas, además de provocar llamas y humo que se observaron a varios kilómetros.
LEG