Foto: Shutterstock Según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en México cada año, el 40% de los jóvenes universitarios cambia o abandona su carrera durante los primeros dos semestres  

Una de las decisiones más difíciles de tomar en la vida para la mayoría de los jóvenes es la elección de la carrera. Y, según el coach vocacional Luis Eduardo Rodríguez, es en este momento de la vida donde los padres deben tener la mejor comunicación con sus hijos para que, sin un sesgo de presión, puedan ayudarlos.

“¿Qué me gusta?, ¿en qué soy bueno?, ¿dónde puedo aprovechar mis capacidades y habilidades? Estos son los principales cuestionamientos que los chicos preparatorianos deben responder antes de elegir área, pues es ahí donde inicia su destino profesional.

Según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en México cada año, el 40% de los jóvenes universitarios cambia o abandona su carrera durante los primeros dos semestres y más del 30% de los profesionistas realiza funciones no relacionadas con lo que estudiaron.

“Los padres pueden complementar el apoyo mediante un especialista que le de seguimiento personalizado al proceso de elección que van a realizar sus hijos. A diferencia de otras épocas, hoy día tenemos a nuestra disposición múltiples herramientas para tomar una decisión más acertada”, dice a 24 HORAS el coach vocacional Luis Eduardo Rodríguez.

Pero más allá de eso, los padres deben tener muy en cuenta que para ayudarlos en ese proceso la palabra clave es comunicación y a partir de ahí preguntarles ¿qué quieres hacer?, ¿cómo te ves en el futuro?

“Es importante que tengan una plática muy abierta en la que no debe haber ningún sesgo de presión o estrés, porque de inmediato activan un mecanismo de bloqueo, así que hay que tomarlos en el momento justo para sostener esa charla”, añade el coach vocacional.

NO HAY MALAS CARRERAS, SOLO MALAS DECISIONES

Las cosas que nos gustan o apasionan, las vamos a hacer con o sin un tutor, con o sin una metodología de por medio, sino porque nos gustan. Así que como padres, la mejor forma de orientarlos es observarlos, estar al pendiente de esas habilidades que traen per se y apoyarlos en las actividades que realizan. Pero hay que también saber diferenciar sus gustos o hobbies contra la elección de carrera.

“La decisión de carrera no es algo que los chicos puedan tomar solos y no porque no quieran o no deban, sino porque no están listos, por ello el coaching vocacional personalizado suele ser una gran herramienta para trabajar sobre sus habilidades, sus fortalezas y virtudes para sacarles el mayor provecho para su futuro profesional”, sostiene.

Esa capacidad cambia cuando su accionar y sus respuestas tienen menos variantes; cuando hay certidumbre, es que están listos para saber qué es lo que quieren para su futuro profesional.

“Lo que sí es un hecho es que no hay malas carreras, solo malas decisiones. Solamente hay que encontrar la idónea para cada uno de nosotros, para lo que es necesario basarnos en experiencia, ejemplos, testimonios, estadísticas más elaboradas; el riesgo no se mitiga pero sí es menor que si la tomaras sin tener todos estos elementos.

“Eso es lo que hacemos los coaches vocacionales, de forma imparcial presentamos información, acompañamos a los chicos, ellos investigan por su cuenta, vamos mostrando los resultados y al final encausados lo que a ellos les gusta, pero con ayuda metodológica profesional que vaya normalizando la toma de decisiones con elemento sustentables”, finalizó Luis Eduardo Rodríguez, a quien puedes contactar si estás preocupado por el futuro profesional de tu hijo en www.luiseduardo-coaching.com/

¿Sabías que?

En México aún son muchos los casos en los que los padres quieren ver en los hijos cumplido ese deseo profesional que ellos no lograron realizar.

Aunque la mayoría de los adolescentes no están preparados para tomar decisiones, deben ser partícipes de los procesos para llegar a la carrera afín a sus fortalezas, capacidades y virtudes.

LEG